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Universidad Veracruzana

Bruno D’Amore, matemático y escritor italiano, dictó la conferencia magistral “Matemática en todo” en el marco del 10° Encuentro Internacional sobre la Enseñanza del Cálculo, Ciencias y Matemáticas, y dejó en claro que el conocimiento y dominio de esta disciplina no es suficiente para transmitirla y hacerla comprensible a los estudiantes, sino que se requiere de didáctica y práctica pedagógica. 

En el auditorio de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) de la Universidad Veracruzana (UV), el pasado jueves 26 de septiembre, el investigador comentó que todo esto influye y tiene relación con los obstáculos más comunes en el aprendizaje de las matemáticas. 

El especialista jubilado de la Universidad de Bolonia, Italia, y experto en didáctica de la matemática, resaltó los esfuerzos que se han realizado en países europeos para tratar de convencer a los colegas sobre la importancia de este concepto. 

También se refirió a la transformación que deben tener los profesores para transmitir sus saberes y no provocar el fracaso en el aula, principalmente quienes tienen alumnos de 17 a 19 años de edad. 

Bruno D’Amore dijo que hace unas cuatro décadas se iniciaron estudios muy serios relacionados con la didáctica de las matemáticas, y se empezó a analizar la situación del proceso de enseñanza-aprendizaje, así como el uso de ciertos instrumentos en beneficio de los estudiantes, pues anteriormente eran copiados métodos de otros países. 

Es decir, antes no existía un conocimiento formal matemático para ser un profesor, la mayoría lo hacía de forma empírica, por ello la importancia, hoy en día, de transmitirlo con un lenguaje e idioma más entendible para el alumno. 

“Nosotros tenemos la ilusión de que si más explicamos con palabras más entienden y no es así.” 

Ante esta circunstancia se debe analizar qué hay detrás de esa problemática, dijo el fundador del núcleo de Investigación de Didáctica de la Matemática en Bolonia y Doctor en Educación Matemática por la Universidad de “Constantino” el Filósofo en Nitra, Eslovaquia. 

Por: Claudia Peralta Vázquez