Mientras funcionarios del gobierno de la CDMX consideran que fue un éxito el cinturón de paz de empleados y funcionarios para desanimar la realización de actos violentos por parte de los manifestantes violentos, los anarcos, la mayor parte de las opiniones coinciden en que fue un acto irresponsable de la autoridad al exponer a empleados en una actividad para la que no fueron contratados y que, finalmente, no evitó que ocurrieran esos hechos violentos, y que muchos de los participantes tuvieran que quitarse las playeras blancas para evitar mayores agresiones de parte de los anarcos. Foto de López Dóriga.