1) La señorita Peripalda, catequista, le confió a una amiga que un hombre la había invitado a ir con él a su departamento. La amiga preguntó: ¿y vas a ir? -«Todavía no sé, respondió Peripalda. Antes debo decidir si es una tentación del demonio o la respuesta del Señor a mis oraciones». 2) Doña Macalota le dijo a su esposo don Chinguetas: «la vecina del 14 me contó que su marido le hace el amor todas las noches, ¿Porqué tú no haces lo mismo?»- Replicó don Chinguetas: «no creo que eso le gustara al vecino». Los publica «Catón» en Reforma.