ECONOMÍA CONDUCTUAL
El Premio Nobel de Economía 2019
Raúl Martínez Solares

Salvar a nuestro planeta, sacarr a la gente de la pobreza, avanzar en el crecimiento económico (…) Ésta es una y la misma batalla.

Ban Ki-moon, exsecretario general de las Naciones Unidas.

Como todos los octubres, este año se entregó el Premio Nobel de Economía, siendo un premio no instituido originalmente por Alfred Nobel, sino con posterioridad a su fallecimiento, siendo nombrado el Premio Sveriges Riksbank en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel.

En esta ocasión, el premio fue entregado a tres investigadores “por su aproximación experimental para aliviar la pobreza global”. Se trata de Abhijit Banerjee, Esther Duflo y Michael Kremer.

Los ganadores han trabajado de manera conjunta o separada, en el diseño e implementación de estudios experimentales orientados a identificar los mecanismos de decisión económica de los sectores más pobres del mundo y entender, en ese sentido, qué es lo más efectivo para el diseño de políticas y programas orientados a aliviar la pobreza extrema.

La relevancia de estos estudios estriba, por un lado, en que utilizan herramientas prácticas centradas en identificar los patrones de conducta de las decisiones económicas de las personas más pobres, para lograr ﷯alcanzar efectos puntuales, medibles, a través de políticas y programas que consideran el comportamiento real de las personas. Utilizando modelos de evaluación aleatoria, han podido probar la efectividad de pequeños cambios para generar efectos perceptibles que mejoren las condiciones de vida de las comunidades más pauperizadas del mundo.

En el caso del matrimonio compuesto por Duflo y Banerjee, lo mismo han desarrollado investigaciones orientadas a identificar el impacto de programas microfinancieros, dependiendo de los perfiles e información que reciben las personas, por ejemplo, en regiones rurales de la India; o analizar, a partir de datos duros, el efecto de la pobreza en la tasa de mortalidad en grupos que subsisten con menos de 1 dólar al día, o desarrollando una metodología que permita establecer los mecanismos más efectivos para reorganizar la instrucción en la educación primaria para los niños, de forma que asegure un mayor impacto de la educación en términos económicos.

En el caso de Kremer, ha analizado temas como los mecanismos más efectivos para subsidiar la atención de salud en comunidades pobres o el efecto de mecanismos y candados de acceso al crédito en comunidades de Kenia y su resultado en términos económicos y financieros.

Como libros de divulgación, en el caso de Kremer, en su libro Pequeños cambios, grandes resultados, incorpora la compilación de distintos estudios que, desde la perspectiva de economía conductual, abordan las decisiones y los efectos de programas de combate a la pobreza en algunos de los países más pobres del mundo. Parte de reconocer que a los análisis basados en modelos económicos tradicionales, se les escapa entender por qué ciertas políticas a las que se les ha invertido mucho dinero a nivel mundial no han generado los efectos deseados en términos de reducción de pobreza.

Por su parte, Duflo y Banerjee, en su libro Repensar la pobreza, un giro radical en la lucha contra la desigualdad global, analizan los fenómenos de conducta que han propiciado que, programas orientados a apoyar la educación como mecanismo para aliviar la pobreza, no sean del todo efectivos; así como también las condiciones que han llevado a que ciertos programas de atención en temas de salud, como por ejemplo el sida o la anemia en África, tampoco incorporen los modelos reales de decisión de las personas.

En algunos círculos académicos se ha cuestionado el por qué los premios se otorgan a esta visión diferente de abordar los temas de pobreza. No sé si porque se prefiere el discurso académico grandilocuente, que pretende atacar la pobreza sólo desde una perspectiva de cambio radical, que es a todas luces (por lo menos en el corto y mediano plazos) inoperante. Pretender como única solución a los problemas de pobreza, el cambio en el modelo económico resulta por decir lo mismo lo menos ingenua. De ahí la relevancia de los estudios realizados por los autores hoy galardonados.

Ellos tratan de encontrar mecanismos efectivos, con aplicación en el corto plazo, que de manera puntual y real generan cambios en la calidad de vida de los más pobres. Este camino, nos acerca a la posibilidad de diseñar mejores políticas públicas y asegurar que éstas impacten de manera puntual en los grupos con mayores niveles de marginación y así iniciar un proceso real de abatimiento de la enorme desigualdad que afecta gravemente a la mayoría de la población.

*El autor es politólogo, mercadólogo, especialista en Economía Conductual y profesor en la Facultad de Economía de la UNAM. CEO de Fibra Educa y presidente del Consejo para el Fomento de Fondo de Ahorro Educativo de Mexicana de Becas.

Síguelo en Twitter: @martinezsolares

Tomado de El Economista.