Rosario Ibarra de Piedra, medalla Belisario Domínguez 2019,
Ángel Rafael Martínez Alarcón
El Senado de la Republica, la instancia que anualmente otorga la máxima condecoración a la que los mexicanos podemos aspirar, la Medalla Belisario Domínguez, en el proceso correspondiente del 2019, ha sido muy interesante la expectación que causo en el presente año, como nunca antes visto, y hasta extranjeros se postularon, fue tanto el numero de participantes, que se llegó pensar en el mecanismo de la tómbola, para designación del premiado, correspondiente al presente año. El primer gran acuerdo entre la clase política fue otorgárselo a una mujer, por las nuevas cuotas de genero.
Surgió la terna: Rosario Ibarra de Piedra, con más de 40 años de lucho a favor de los desaparecidos políticos de la guerra sucia del Estado Mexicano desde 1968. La Dra. Ifigenia Martínez, destacada economista, priista y en 1988, propicio una corriente democrática al interior del PRI a favor de la candidatura del Ing., Cuatemoc Cárdenas Solórzano, con candidato presidencial del Frente Democrático Nacional en 1988. Eran los años de romper con el régimen. Y la princesa fifi-chiara de Elena Poniawtka, la misma que amada deseadoramente al mecías de López Obrador, ha así mismo a amado con todo su pasión de Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Vicente Fox Quezada, Ernesto Zedillo Ponce de León, Carlos Salinas de Gortari, Miguel de la Madrid Hurtado, José López Portillo, Luis Echevarría, Adolfo López Mateos, más bien siempre ha amado el poder político, que siempre la privilegiado. Y el resultado fue a favor de una mujer de lucha y del pueblo bueno, doña Rosario Ibarra de Piedra.
María del Rosario Ibarra de la Garza de Piedra, nacida en Saltillo, Coahuila, en el año de 1927, cuenta con 92 años de la vida, y la mitad de su vida se la ha pasado luchando por encontrar a su hijo desaparecidos, en 1977, los por vientos jóvenes de las fuerzas policiacas del estado mexicano, durante el sexenio de Luis Echeverría Álvarez.
Casada con el Dr. Piedra, distinguido miembro del proscrito Partido Comunista de México. Hace 44 años, en 1975, su hijo Jesús Piedra Ibarra, fue secuestrado, el 18 de mayo de 1975, un joven estudiante de la carrera de medicina de tan sólo 21 años; por su participación en la heroica liga comunista de 23 de septiembre, que los gobiernos del Revolucionarios Institucional, combatieron con una estrategia de exterminio. 45 largos años en doña Rosario Ibarra de Piedra, no descansaba un día a favor de los desaparecidos en este país, primero su hijo, y como fueron pasando los años, a favor de los desaparecidos políticos. La Guerra Sucia del Estado Mexicano, es muy distinta de la guerra de desaparecidos del crimen organizado. Y Seguramente el Estado Mexicano no ha eliminado dicha práctica, y puede estar acusando al delincuencia organizada.
Rosario Ibarra de Piedra, no tuvo más opción que militar en el Partido Revolucionario de los Trabajadores, de corte trotskista, para seguir en la lucha y búsqueda de su hijo, PRT en cierto sentido fue un partido moderno, en nuestro país. Una de las primeras acciones fue la fundación de la agrupación ¡Eureka¡ En 1977, funda el Comité Pro defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos, y Exiliados Políticos de México; adelantándose a la Madres de Plaza de Mayo, que Argentina sufrieron a las dictaduras militares, que también desaparecieron a la juventud disidente. La voz de lucha y dolor de Rosario Ibarra de Piedra, no se ha dejado de ir a los largo y ancho de México, y dolor más grande ha sido la inferencia de la población mexicano y la sin razón del Estado en dar respuesta inmediata, en el asunto de los desaparecidos políticos de los últimos 50 años.
En 1982, es la primera mujer, postulada a la Presidencia de la República por el PRT, seis años más tarde vuelve a participar como candidata presidencial. Eran los años más antidemocráticos de México. En cuatro ocasiones ha sido postulada para recibir el Premio Nobel de la Paz. En el 2006, fue Senadora de la República por el PT. También como diputada federal.
La Revista Proceso, siempre ha dado un espacio importante a la lucha de Rosario Ibarra de Piedra.
La premiada con la medalla Belisario Domínguez, 2019; muy sabiamente no asistirá a la entrega, el próximo 23 de octubre, por “motivos de salud”.