Independientemente a la gran corrupción que ha imperado en México en los últimos años e independientemente a la acción de los grupos delincuenciales, en nuestro país (también en otros partes del mundo como Chile y Barcelona) existen muchas acciones de violencia. Lo vemos en las acciones de la CNTE y los jóvenes normalistas, en los anarquistas de la CDMX, en las elecciones para delegados distritales de Morena en varios estados, hasta en el futbol como pasó anoche en SLP. Sería bueno que el presidente López Obrador apoyara, pusiera el ejemplo, al evitar un lenguaje de polarización, de confrontación entre mexicanos, al margen de que las autoridades continúen sus investigaciones sobre la corrupción en el manejo de los recursos públicos. Que fuera del tema de seguridad, hubiera un llamado presidencial a evitar la violencia verbal y física, un pacto de concordia nacional.