Los ciudadanos de la Venezuela socialista sufren por una economía hundida al grado que los conductores han empezado a pagar en las gasolinerías con algo de comida, dulces o simplemente un cigarro. Los trueques en las estaciones de gasolina se han extendido después de que, como consecuencia de la hiperinflación, los billetes de la moneda venezolana, el bolívar, son cada vez más difíciles de encontrar, mientras que el valor de algunos billetes pequeños se ha reducido tanto que nadie los acepta. La información es de AP y la publica «Reforma».