El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció este jueves que pedirá al Parlamento que apruebe un llamado a elección anticipada para el 12 de diciembre, alegando que es la única manera de superar el impasse del Brexit.
La próxima elección general está prevista para 2022. Para realizar los comicios anticipados, Johnson necesita la aprobación del Parlamento, que la negó en dos ocasiones anteriores.
La nueva fecha dará a los parlamentarios el tiempo necesario para estudiar su proyecto sobre el Brexit, aseguró Johnson. De aprobar el plan, el Parlamento sesionaría hasta el 6 de noviembre y entraría en receso para la campaña.
Horas antes, tanto la policía como diversos políticos de Reino Unido advirtieron sobre las posibles consecuencias en Irlanda del Norte de una salida británica de la Unión Europea, y el comandante de la policía local incluso avisó que si el ‘divorcio’ no se realiza cautelosamente podría estallar la violencia.
La policía desde hace tiempo ha estado advirtiendo que si la UE impone una frontera dura entre Irlanda del Norte, que forma parte del Reino Unido, e Irlanda, que es miembro del bloque económico, podría haber violencia por parte de grupos escindidos del Ejército Republicano Irlandés que se oponen al acuerdo de paz en ese país.
El comandante policial norirlandés, Simon Byrne, declaró a la BBC el miércoles que existe la posibilidad de disturbios por parte de la comunidad probritánica en Irlanda del Norte. Aseveró que según se desarrolle el Brexit, podría haber “mucha emotividad entre las comunidades probritánicas y existe el potencial de disturbios civiles”.
“Hay un grupo reducido de personas tanto en la comunidad probritánica como en la nacionalista, que son motivadas por su propia ideología y que tienen el potencial de traer de nuevo la violencia a las calles», afirmó.
La frontera casi invisible entre las dos Irlandas es actualmente el pilar tanto de la economía regional, así como del proceso de paz que puso fin a décadas de violencia en Irlanda del Norte.
El tema de las aduanas ha surgido como uno de los principales obstáculos para que el Parlamento apruebe la versión del acuerdo del Brexit negociada por Johnson.
Los parlamentarios deben aprobar el pacto a fin de garantizar un divorcio ordenado y evitar una salida abrupta. Actualmente, Reino Unido tiene que salirse de la UE el 31 de octubre, aunque está a la espera de que la UE apruebe una prórroga de tres meses que Johnson solicitó a regañadientes.
El acuerdo de divorcio logrado la semana pasada entre Johnson y la UE incluye medidas para mantener abierta la frontera irlandesa.
Pero el plan ha sido condenado por el Partido Democrático Unionista de Irlanda del Norte, aliado del Partido de Johnson, el Conservador. El PDU sostiene que la propuesta dentro del acuerdo de mantener a Irlanda del Norte en línea con las normas aduaneras de la UE implicaría nuevas revisiones y fricciones entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido.
Nigel Dodds, parlamentario del PDU, advirtió más temprano que el Gobierno británico corre el riesgo de socavar «las instituciones políticas y la estabilidad política de Irlanda del Norte”.