Las protestas continúan este viernes en Bolivia con cortes de calles, manifestaciones y enfrentamientos, un día después de la relección de Evo Morales en una primera vuelta cuestionada, que llevó a Washington y la Unión Europea a pedir un balotaje para despejar dudas sobre el escrutinio.
Un paro parcial se cumplía este viernes en La Paz con una protesta pacífica contra el escrutinio que -por estrecho margen- dio a Morales un nuevo mandato de cinco años sin necesidad de segunda vuelta con el opositor Carlos Mesa.
El último cómputo oficial, de 99.99 por ciento de las mesas de sufragio, daba a Morales 47.07 por ciento y a Mesa 36.51. Un candidato gana en primera vuelta si obtiene al menos 40 por ciento de los sufragios con 10 puntos de distancia sobre el segundo, según la ley boliviana.
Después de que los primeros resultados parciales sugirieran el domingo que habría segunda vuelta, un nuevo recuento publicado más de 20 horas después le dio casi la victoria a Morales, generando sospechas de fraude entre la oposición y los observadores internacionales.
Protestas en varias ciudades
En todos los puntos de La Paz había este viernes gente portando banderas bolivianas (de color rojo, amarillo y verde), gritando «¡mi voto se respeta! ¡mi voto se respeta!», un día después de que Mesa denunciara que se había consumado un «fraude» en los comicios generales del domingo.
En el barrio de Achumani, en la zona sur, los manifestantes coreaban «¡Evo de nuevo, huevo carajo! ¡Evo de nuevo, huevo carajo!».
En diversos barrios había presencia de policías, en particular en plazas o rotondas, para impedir que los vecinos cortaran las calles.
Los pocos autobuses que operaban este viernes buscaban vías alternas para circular desde la periferia hacia al centro de La Paz, que estaba en completa calma. Los bancos atendían con normalidad, lo mismo que las oficinas públicas y las empresas.
Aunque en el centro los comercios estaban abiertos, en los barrios muchas tiendas bajaron sus cortinas, principalmente por los bloqueos de calles.
En las ciudades de Santa Cruz (este), Sucre (sureste), Cochabamba (centro) y Potosí (suroeste) también persistía un paro convocado por la oposición, que insiste en un balotaje.
En Santa Cruz, principal bastión de la oposición, los supermercados abrieron sus puertas solo durante algunas horas, lo que permitió que centenares de personas se abastecieran de alimentos.
«El paro ahorita es indefinido. Nosotros, lo que queremos es la segunda vuelta, porque eso se ha demostrado que ha sido un fraude», dijo a la Afp el profesor Rubén López, de 62 años.
En Cochabamba hubo choques entre manifestantes oficialistas y opositores, sin dejar heridos, según medios locales.
Reclamos de segunda vuelta
Morales retomó este viernes sus actividades públicas tras proclamar su victoria el jueves, y acudió a inaugurar obras en poblados rurales, donde agradeció el apoyo de los campesinos en la votación.
«Respetamos y saludamos el voto urbano, del exterior, pero el voto del área rural garantizó el proceso de cambio, por tanto, el desarrollo del pueblo boliviano. Muchas gracias por el apoyo y ahora tenemos que seguir trabajando por el bien de la sociedad», declaró el mandatario indígena, en el poder desde 2006, ante una multitud que lo aclamaba.
Morales, quien este sábado cumple 60 años, fue agasajado además por campesinos que le obsequiaron dos tortas y le cantaron «cumpleaños feliz».
México y Cuba felicitaron al presidente por su relección, pero la Unión Europea, Estados Unidos, Argentina, Brasil y Colombia alzaron las voces contra el cuestionado escrutinio y exigieron un balotaje para zanjar las dudas sobre la transparencia del proceso electoral.
También la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) recomendó una segunda vuelta como la «mejor opción» para dirimir la reñida contienda.
Y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo este viernes que apoya «plenamente» que la OEA realice una auditoría de los controvertidos resultados electorales.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, llamó por su parte a «reconocer la legitimidad» de la relección de su aliado andino, en un discurso en la apertura de la cumbre del Movimiento de Países No Alineados en Bakú, la capital de Azerbaiyán.
«Vaya toda nuestra solidaridad para el pueblo de Bolivia y muy especialmente para el hermano presidente Evo Morales Ayma», dijo Maduro al llamar a los No Alineados a «reconocer la legitimidad del triunfo de Evo Morales Ayma en Bolivia contra las fuerzas colonialistas».
En Ginebra, la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos se mostró preocupada por «los informes de violencia» y los reportes de que «la policía usa la fuerza contra los manifestantes» con gases lacrimógenos «que pueden violar principios básicos en uso de la fuerza».