Delfino Hernández Jiménez
A dos años difícil ser alcalde con liderazgo y confianza.

Hay una premisa en política muy cierta que afirma: “El poder desgasta” y en 99.9 por ciento es verdad.
A este momento, son casi dos años que los alcaldes veracruzanos llevan al frente del gobierno y sí diríamos que es sumamente difícil, yo diría que casi imposible que de los 212 municipios, nombrar y formar a 10 representantes populares de este nivel, que se puedan ufanar en decir que cuentan con el respaldo de su pueblo.
Casi en su totalidad a los alcaldes les sale lo prepotente que trataron de encubrir en campaña con piel de oveja; se vuelven hombres voraces para el dinero con aquello de que “Sino es hoy, nunca” y así se convierten en pequeños pero potentados señores feudales, ambiciosos, voraces, insensibles y se les olvida prácticamente a lo que llegaron, se dedican a saquear, es más hacen obra porque así lo exige la norma para poder obtener el dinero, pero la obra tratan de hacerla lo más raquítica posible y le quitan todo aquello que pueda representar un pequeño lujo o detalle “Que se vaya rustica, ahí se va”, es la instrucción.
Varios de los presidentes municipales (sobre todo los hombres) como buenos candiles de la calle y oscuridad de su casa, transitan ya por los distritos en la búsqueda de amigos, conocidos y haciendo compadres para medirle el agua a los camotes de como estarían para la jornada electoral del 2021, pero solo le hacen al monje, porque se ponen la calificación que quieren y se engañan solos.
Lo más difícil no es fuera, el termómetro real e inicial es como están en su pueblo, que sin duda serán quienes lo señalen por sus buenas o malas acciones, ´porque en muchos lugares le rezan a Dios para que se termine pronto el cuatrienio y concluya la mala elección hecha en la urna electoral.
Pero como en la vida se dan excepciones, nos llama la atención la manera en que se conduce y la respuesta ciudadana que tiene ante cualquier convocatoria el presidente municipal de Omealca, Pedro Montalvo Gómez, quien posiblemente sea de eso munícipes, sobre todo en varones, que su pueblo le reconoce el esfuerzo y su capacidad como alcalde.
Lo que podríamos decir de este presidente municipal que ha sabido aprovechar muy bien y para bien, la experiencia que da ocupar diferentes cargos públicos, entre estos una diputación federal y dos direcciones de importancia a nivel estatal, al igual que es alcalde por segunda ocasión.
También en alguna vez lo expresamos, Montalvo Gómez, ha sabido cuidar el rebaño político. Cuando fue diputado federal se convirtió en un gestor incansable en favor de su municipio]; siendo director de CAEV beneficio hasta donde pudo a sus paisanos y que decir cuando fue Director de Espacios Educativos, la inversión a las escuelas donde acuden los niños y jóvenes de su municipio fue histórica.
Y es que muy aparte de que hoy Omealca luce completamente diferente, superando Pedro Montalvo, en mucho a las anteriores administraciones, hemos podido constatar que su pueblo le sigue respondiendo como el primer día.
El presidente municipal, se ha dado a la tarea, los fines de semana, de limpiar las carreteras de su municipio, incluyendo el derribo de maleza, poda de árboles, limpia de cunetas, en fin, lo importante es hacer vías de comunicación transitables.
Para esto Pedro Montalvo, convoca a la gente de los ejidos inmiscuidos y ¡Vaya respuesta!, los hombres salen de sus hogares con machete en mano y los funcionarios municipales salen con su alcalde al frente a realizar la talacha en jornadas de apoyo muy gratificantes.
En estas acciones nadie dice que no, el presidente asiste también pero a fajarse al igual que los demás y el clima de armonía se vuelve cordial y se refuerzan los lazos de amistad y confianza entre autoridades y los ciudadanos.
Viendo esto nos atrevemos a preguntar ¿ Es tan difícil hacerlo?. Bajarse de la nube a los presidentes municipales y tomar la muestra de este alcalde rescataría quizás un liderazgo que ya han perdido…Lo demás caerá por sí solo.
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