Colibríes en peligro de extinción son los elementos principales de la intervención artística de un académico y tres estudiantes de la Facultad de Artes Plásticas (FAP) de la Universidad Veracruzana (UV), en la Unidad de Detección y Diagnóstico de Cáncer de Mama del Instituto Mexicano Seguro Social (IMSS), Delegación Veracruz Norte. El mensaje es de esperanza y de una constante lucha por la vida.
El pasado 19 de octubre, en el marco del Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, el IMSS inauguró cinco Unidades de Detección y Diagnóstico de Cáncer de Mama en el país, una de ellas en el puerto de Veracruz.
Como lo citó la propia institución, la Clínica de Mama de esta entidad inició operaciones en mayo y se construyó en las inmediaciones de la Unidad Médica de Alta Especialidad y la Unidad de Medicina Familiar Número 57 (https://bit.ly/2NnVqKD).
Además, se inauguró una intervención artística en la sala de espera del inmueble, misma que fue creada por el académico de la FAP, Carlos Ernesto Ríos, y los estudiantes del programa educativo de Artes Visuales: Guillermo Flores, Carlos Morales y Enrique Gumersindo, lo cual tiene su propia historia.
Desde enero de este año, la institución federal acudió a la Dirección de la FAP para establecer el vínculo de colaboración. Fueron varios meses de trabajo interdisciplinario.
Una vez que se tuvo la idea de lo que se quería, sumaron a los estudiantes y la obra se materializó de la noche del 17 a la del 20 de marzo, con un trabajo intensivo de los artistas, cuya finalidad fue lograr una pieza en colaboración que les implicó, incluso, dormir ahí mismo, con la intención de concluirlo en el tiempo determinado.
La propuesta consistió en trabajar con colibríes de la región y, sobre todo, que estuvieran en peligro de extinción, así como flores acompañaran. Luego de consultas con expertos en la materia, las especies que se tomaron en cuenta para ser pintadas fueron: tijereta mexicana, fandanguero tuxtleño, coqueta de Atoyac (Guerrero) y miahuantleco (Oaxaca).
“Queríamos algo que transmitiera esperanza. Obvio cuando llegas a un hospital o una clínica y la sensación es sombría; queríamos que la gente se sintiera más relajada y con los colibríes tratamos de dar esperanza, además de adornar las instalaciones. Su función es transmitir esperanza. Además, se eligieron colores tenues que visualmente relajan”, explicó el académico de la FAP.
“El punto clave es transmitir esperanza. Aunque van a un diagnóstico fuerte muchas veces, que sepan que no todo está acabado; por eso es que pusimos a los colibríes que están en extinción, porque también hay esperanza de rescatar la especie.”
Remarcó que se trabajó un proyecto de acuerdo a las necesidades del espacio, con el antecedente de que hay hospitales en México y el mundo donde se está recurriendo a la intervención de las paredes, habitualmente blancas, con arte, cuya finalidad es generar tranquilidad.
La pieza de 5.30 x 3.00 metros, aproximadamente, es una muestra del arte que es sacado de las galerías para desarrollar funciones específicas: paciencia, salud emocional y esperanza, son algunas. “Es una obra que se generó con interdisciplinariedad entre la medicina, los biólogos, nosotros como creadores. Fue algo muy enriquecedor, no se trató de ‘ésta es mi propuesta y es la que se hará’. Eso es lo interesante, porque es una tendencia y se trata de mediar”, comentó el académico.
El estudiante Guillermo Flores destacó que para él y sus compañeros era la primera vez que participaban en una intervención artística de tales dimensiones, en un límite de tiempo y con una intención tan específica. “Descansábamos dos o tres horas y no había tarde, noche, día o madrugada”.
Aunque nunca se imaginó involucrado en un proyecto de esta naturaleza, remarcó: “Debemos generar obra para la sociedad, porque nos debemos a ella y es necesario retribuirle”.
Por su parte, Carlos Morales compartió: “Si pudiera comunicar lo que es trabajar en un proyecto de esta índole, la parte más significativa para mí no es lo que conlleva la obra pictórica, sin dejar de lado el saber que esta misma obra es el objetivo principal. Pero como realizador de este elemento, el cambio para mí proviene de la experiencia del trabajo en conjunto con Guillermo Solano, Enrique Gumercindo y el maestro Carlos Ríos”.
Para él la obra es “un trabajo destinado a personas que van a sufrir un cambio radical a partir de encontrarse en esa sala de estar, esperando una de las respuestas más difíciles que les tiene preparada la vida. En este trabajo nuestra primera necesidad como elementos de realización es transmitir un sentimiento de concienciación para la persona que se encuentre en esa sala.
”Con este trabajo queremos tocar el corazón de las personas que están en una situación totalmente alterna a la que nosotros nos encontramos al momento de la realización de la obra. Para nosotros es un momento de euforia por haber tenido la oportunidad de participar en este mural, que debe quedar impregnado en la persona que tenga la pieza final frente a ella en un momento de gran incertidumbre, con la finalidad de cambiar su intelecto, de relajar su pupila, de generar un momento de paz dentro de ella; si logramos concretar nuestro objetivo principal de manera correcta, éste se convertiría solamente en un pequeño momento de esperanza.”