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Afp

Irán retomó este martes las actividades de enriquecimiento de uranio y anunció que iba a reducir aún más los compromisos alcanzados con la comunidad internacional sobre su programa nuclear.

El enriquecimiento de uranio se hará en la planta de Fordo, inactiva desde la entrada en vigor del acuerdo de Viena sobre el programa nuclear iraní firmado en 2015, declaró el presidente Hassan Rohani en un discurso de inauguración de un vivero de empresas en la capital.

La medida se produce al día siguiente de que expirara el plazo que dio Teherán a sus socios del acuerdo para que le ayuden a esquivar las consecuencias de la retirada de Estados Unidos de este pacto en 2018.

Según los términos del acuerdo, Irán almacena en Fordo mil 44 centrifugadoras de primera generación IR-1 inactivas.

“A partir de mañana, comenzaremos a inyectar gas (uranio en estado gaseoso) en Fordo”, añadió, en referencia al procedimiento utilizado para producir uranio enriquecido en isotopo 235 a partir de estas máquinas.

Se trata de la “cuarta etapa” del plan de reducción de compromisos de su programa nuclear lanzado en mayo, en respuesta a la retirada de Estados Unidos del acuerdo de Viena, indicó el presidente iraní. Rohani precisó que las actividades nucleares en Fordo seguirían siendo controladas por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), al igual que el resto de las actividades nucleares iraníes.

En virtud del acuerdo de Viena, Teherán aceptó reducir drásticamente sus actividades nucleares a cambio de un levantamiento de una parte de las sanciones internacionales que asfixian su economía.

Rusia por su parte se mostró preocupada el martes por la decisión iraní. “Estamos siguiendo el desarrollo de la situación con preocupación”, dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, que añadió que Moscú sigue “apoyando la preservación del pacto” de Viena.

La retirada de Estados Unidos del acuerdo y la política de «presión máxima» del gobierno del presidente Donald Trump contra Teherán — principalmente a través de un arsenal de sanciones regularmente extendidas— privan a Irán de los beneficios económicos que esperaba obtener del pacto.

La República Islámica asegura que desea la supervivencia del acuerdo de Viena y está dispuesta a volver a aplicar completamente sus compromisos en cuanto las otras partes (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Alemania) respeten los suyos, tomando medidas concretas para responder a sus peticiones.

La “cuarta etapa, como las tres primeras, es reversible”, garantizó Rohani.