LAS MUJERES, SU FORTUNA Y SU RUINA
*Todo lo solucionaba con canciones.

México D.F. Paco Ignacio Taibo I, llamado por Lara “el caballero español”(a quien conocí gracias a mi amigo y colega Cecilio García), un día le preguntó a Agustín Lara ¿ que le das a las mujeres para que te amen? Y el músico poeta respondió: sueños, Taibo, sueño. Y de cuando en cuando los animaba con bofetones, añadió el escritor en su libro Agustín Lara , editado en 1985.
Una amante se le suicidó por despecho tras escuchar el programa de radio en e l que el músico-poeta le dedicó una canción después de haberla golpeado. Cuando e l suicidio se hizo público, Agustín amenazó con “seguir el vuelo de la fugaz golondrina”, pero no lo hizo.
Sus amores con María Félix, apunta Taibo, tuvieron también momentos de escándalo y fueron acogidos por e l pueblo con todo tipo de chistes soeces y de comentarios malvados. La gente parecía gozar con esa unión tan poco convincente ante sus ojos.
Agustín muy dado solucionar todos sus problemas dedicando canciones, hizo algunas extraordinarias a María, y ella, orgullosa y terca, tuvo que ceder ante las traiciones amorosas que descubría constantemente.
El compositor era un hombre rápido para la sustitución de la amante y se cuenta que el mismo día en que una de sus inspiradoras abandonó su casa, entraba la musa nueva. La saliente, era encantadora, “un auténtico producto mío” decía el artista, y la nueva, pertenecía al prestigiado grupo de modelos con aspiraciones de actriz….
Paco Taibo, quien fue además un duro crítico de María Félix, remarcaba que Lara era un mentiroso y que a pesar de ser todo un caballero usaba, para tratar a sus muy amadas mujeres de la mala vida, palabras fuertes: “ furcias y pirujas”, eran vocablos manejados con desenfado y en ocasiones designaba así a señoras que no eran reconocidas por su actividad mercenaria amorosa.
Y es que, con todo y que la música de Lara era escuchada por las arrobadas amas de casa, sus verdaderas admiradoras eran las prostitutas, pues a ellas iban dirigidas sus letras.
El mismo contaba que gracias a sus canciones había subido el precio de los servicios sexuales en los mejores lugares:
Y es que recomendaba:
“ Vende caro tu amor, aventurera
Da el precio del dolor a tu pasión
Y aquel que de tus labios la miel quiera
que pague con brillantes tu pecado…”
Y Taibo, ingenuo le preguntaba:
-¿Tu crees Agustín que ha subido tanto el precio hasta llegar a pagar con brillantes?
Agustín lo miraba de reojo y sonreía musitando mientras tocaba el piano con suavidad…
– Hermano, gracias a Dios las cosas no se han puesto tan imposibles.. y seguía:

“Ya que la infamia de tu ruin destino
Marchitó tu admirable primavera
Haz menos escabroso tu camino
Vende caro tu amor aventurera”
EL HECHIZO DE LA LIVIANDAD
Las trabajadoras sexuales o prostitutas con sus eufemismos como mesalina hetaira, meretriz, cortesana, aventurera, mujer de moral distraída, de la vida alegre, dama de la noche, mujer fatal ; o con algunos seudónimos mordaces como ramera, guila, tacón dorado, puta, , zorra, perra, buscona, golfa, mujer de cascos ligeros, de la mala vida, cualquiera, ligona ,mujer pública, buscona cabaretera, calientahuevos esquinera, ponedora, fulana, guarra…
Con feroz menoscabo como: furcia, jinetera, lagartona, loca, mujerzuela, pelandusca, piruja ,prosti, pupila, suripanta, trotacalles , bataclana, casquivana, descarriada, disoluta, fácil, libertina, ligera, pecadora, perdida, promiscua, alcahueta, cabrona, celestina, madam… ( entre muchos otros apelativos) habían encontrado a su cantante.
El Músico- poeta parecía comprender que la venta del cuerpo tiene mas de sacrificio que de pecado. Con su música, todas las mujeres en íntimo regocijo pasional, parecían bailar a l mismo son y poner en voz alta un romanticismo de cantina que antes no se recitaba en los salones, ni en los cumpleaños familiares.
Carlos Monsivais, al analizar la canción Aventurera encuentra con fino sentido del humor, avances de división del trabajo. Establece que durante tres décadas no únicamente las hijas de la cultura burdelera sufrieron animadamente y se redimen; se conciben inmaculadas y adquieren identidad y autocompasión en el canturreo inspirado por las canciones de Lara, incluso, las amas de casa, disfrazadas a solas con el hechizo de la liviandad, ha vivido a trasmano la aventura que las profana y las canoniza al mismo tiempo.
En el espectáculo musical AZUL de Juan Ibañez, presentado en el Palacio de las Bellas Artes como un homenaje a Lara en los noventas, durante la melodía “ Señora Tentación”, se escenificó una visión coreográfica compuesta por un grupo de atractivas mujeres ataviadas con corsé negro, ligueros y medias de seda, que traen encima un delantal y un plumero para acentuar su condición doméstica. Entre ellas, aparece una colegiala que mas tarde sorprende al público al mostrar su trasero desnudo.
CONTINUARÁ