PEF 2020
Agustín Basilio de la vega

El dictamen que aprobó la mayoría de diputados de morena y sus aliados que constituye el decreto del Presupuesto de Egresos de la Federación, es de 6 billones, 107 mil 732.4 millones de pesos, el 72.2% corresponde al gasto programable y el 27.8% al no programable.
Este presupuesto del gobierno de López Obrador, es solo el 1% más que aprobado para el 2019 por lo que será difícil poder ejercerlo ya que el crecimiento del PIB de la economía mexicana en 2019 será casi del 0%. Si el PIB hubiera crecido el 4% como prometió en campaña, gastar 1% más en el próximo año sería posible lograrlo.
Los diputados que aprobaron el proyecto enviado por ejecutivo prácticamente lo dejaron igual pues aumentaron el gasto en 0.2%, decir $11.4 mil millones de pesos más. Esta variación se obtuvo al disminuir lo considerado para el pago de la deuda y los presupuestos de la Fiscalía General de la República y del Poder Judicial (donde hacen tanta falta para mejorar la seguridad) y en consecuencia incrementar los presupuestos a programas del bienestar (becas para jóvenes y adultos mayores principalmente), Estados y municipios así como a Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario.
Si consideramos el impacto de la inflación registrada en el 2019, en términos reales, el presupuesto 2020 alcanzará para menos obras y servicios pues es 2.4% menor al del 2019. Lo más grave es que lo destinado para la agricultura disminuye 29.8 % y Comunicaciones y Transportes 21.1% en relación al año pasado.
El presidente López Obrador logró que a la Cámara de diputados, dominada por sus incondicionales, aumentara en 72.0% el gasto para el sector Energía y 16.3% para los programas del Bienestar. Queda claro el sello populista en el presupuesto 2020: más dinero para repartir a millones de mexicanos sin reglas de operación y para CFE y PEMEX (refinería Dos Bocas por ejemplo) y menos dinero para la Infraestructura (Ampliación del Puerto de Veracruz, Tren México-Toluca, conservación de carreteras etc.) así como para el desarrollo del campo (productores).
Hasta diciembre se conocerá el presupuesto desagregado pero lo que ya se ve es más gasto y menos inversión así como la apuesta por el estatismo en el sector energético donde la iniciativa privada podría ser un jugador estratégico para incrementar la capacidad nacional y mejorar la competitividad empresarial.
El subejercicio del 2019 se calcula que terminará en 4.9 % que equivale al 2.5% del PIB. Si el gobierno le sigue echando dinero bueno al malo como a PEMEX y CFE, gasta mal desperdiciando recursos, no invierte en infraestructura y además no usa todo el presupuesto y termina el año con subejercicios, difícilmente crecerá el PIB y el auténtico “bienestar”.
En el l primer año del presidente López Obrador el crecimiento “0” es el resultado de cancelar el NAIM, de sembrar inseguridad jurídica en el sector energético, de no continuar obras en proceso como el puerto de Veracruz y el Tren México-Toluca y de dilapidar recursos sin reglas. El presupuesto del 2020 es peor y los efectos serán muy graves, ojalá nuestra patria no caiga en una recesión pues será todavía más difícil la vida para la mayoría de los mexicanos.
@basiliodelavega 25 de nov de 2019