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Excélsior

El Senado de la República está analizando modificar o desaparecer el horario de verano que hay en el país desde 1996 y que se implementó en el sexenio del expresidente Ernesto Zedillo y que se oficializó en 2002 a través de un decreto presidencial.

En reunión de las Comisiones Unidas de Energía y Estudios Legislativos, especialistas y autoridades pusieron sobre la mesa, pros y contras de esta medida que cada año se aplica el primer fin de semana de abril y que concluye el último fin de semana de octubre.

El director del Centro Nacional de Control de Energía, Alfonso Morcos Flores, afirmó que lo que en un momento representó una ventaja, que era el ahorro en el consumo de energía, hoy ya no es tal porque del 2 por ciento que se registraba hace 25 años actualmente solo es el .5 por ciento, debido a que la mayor demanda que se tiene es por la tarde y no por la noche.

“Desde el punto de vista del CENACE, de la operación, el horario de verano no va a causar ningún estrés adicional para la operación del sistema, si se quita tampoco dado que el pico máximo en vez de ser a las 4 de la tarde se va a desplazar probablemente a las 5 de la tarde y el pico nocturno va a seguir siendo igual, por la noche”, explicó.

En tanto que Raúl Talán Ramírez, director del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), afirmó que si existe un ahorro económico gracias al subsidio no aplicado a la energía ahorrada durante el horario de verano, cada año superior a los 17 mil 300 millones de pesos y 45 mil 732 millones en los últimos seis años que permitieron al Estado canalizar recursos a otros rubros sociales.

Entre los impactos a la salud, alertó que si se elimina el programa, el sol saldría en la Ciudad de México en verano a las 5 de la mañana con 57 minutos y en invierno a las 7 con 10 minutos, con lo que se variaría a los niños sus horas de sueño hasta una hora con 13 minutos, cuando con el horario de verano la diferencia máxima es de solo 45 minutos.

Por su parte, Víctor Ricardo Aguilar Solano, director de Asuntos Jurídicos de la Secretaría del Trabajo, reconoció que aún es difícil determinar la afectación en la productividad laboral que tiene el horario del verano debido a las diferencias que existen en cuanto a condiciones climáticas y geográficas en el país, lo que no significa que sea buena o mala la medida o que quizá deba mantenerse por regiones.

“Si es un tema que se debe analizar en conciencia y en reconocimiento a cada parte del país porque a veces parece que generalizamos, si alguien es de una parte del país cree que todo el país es igual, principalmente los que vivimos en el centro”, dijo.

El presidente de la Comisión de Energía, Armando Guadiana, acordó seguir con el análisis y tener listo un dictamen el 3 de diciembre para aprobarlo a más tardar el próximo 11 de diciembre.