Lastesis.
Claudia Viveros Lorenzo
Para mí fracasar es no intentar. Para otros lograrlo todo. El fracaso en algunas culturas lo ven desde la perspectiva del aprendizaje. De la oportunidad de la experiencia. Saben que fracasar nos da ciertas dosis de frustración en la vida, las cuales, nos ayudan a imponernos retos que nos ayudan en el crecimiento personal.
Hay mucha gente que le tiene pánico al fracaso y de cualquier forma, lo evitan. No lo quieren experimentar y se auto exigen tanto, que viven un constante infierno tratando de sobrepasar expectativas que están fundamentadas en perspectivas ajenas.
Todos alguna vez nos hemos caído, y obvio, nos hemos llevado raspones de diversa gravedad, algunos quizá, hasta cicatrices permanentes nos han dejado, y otros mas, solo han sido pequeños obstáculos, a los que hemos aprendido como sobrellevar, y que nos dejan la sabiduría de cómo confrontar el siguiente problema con más entereza y valor. La lección del fracaso es saber corregir.
Si fracasamos como personas individuales, también lo hacemos como entes sociales, hay civilizaciones enteras que ante algunas circunstancias de crisis – sobre todo morales- han tenido a través de la historia, fracasos enormes. Semanas atrás se llevaron a cabo marchas en la lucha erradicar la violencia de género. Estas se vieron ahogadas en una violencia y un desenfreno que traspasaba una de las grandes exigencias que era el respeto. Todo el mundo comentó y señaló los desmanes que ocurrieron y enjuiciaron la lucha, la cual fue escuchada, pero no con la seriedad debida, ya que, al estár tan mal dirigida, se torno de una imagen muy negativa. Hace cinco días se volvió a dar un evento parecido, lo cual llenó nuevamente la CDMX de destrozos y descontrol. Pero por fin, este 29 de noviembre, se realizó una protesta real, inteligente, sensible, bien dirigida y articulada, la cual se replicó no sólo en nuestro país, sino que tuvo a lugar en ciudades como Bogotá, Barcelona, Paris, Madrid, Londres y varias ciudades de Chile. Centenares de mujeres realizaron un performance a ritmo de la composición de cuatro oriundas de Valparaíso, Chile, (Dafne Valdés, Paula Cometa, Sibila Sotomayor y Lea Cáceres) las cuales son fundadoras del colectivo Lastesis, quienes usan este nombre por tener la premisa de usar tesis de teóricas feministas y llevarlas a puestas en escena para que se difunda su mensaje. Su composición llamada “Un violador en tu camino”, se escuchan frases como: “El violador eres tú, y la culpa no era mía, ni donde estaba, ni como vestía”.
Estos actos se volvieron virales en cuestión de minutos. Se enchinaba la piel al mirar a todas estas mujeres expresar al unísono sus exigencias y preocupaciones. Por fin el mundo observó con respeto los pedimentos de mujeres cansadas de ser víctimas del acoso y abuso sexual. Una de las tantas formas de violencia, con las que nuestro género tiene que batallar a diario.
México fue el país donde se llevó a cabo la réplica de esta convocatoria, con más número de activistas y es también el territorio con la tasa más alta de feminicidios de América Latina, 2800 mujeres asesinadas en 2019, para ser exactos.
Por fin se está encontrando el rumbo. Un gran aplauso, no mejor, una gran ovación para todas aquellas que participaron y se hicieron escuchar. Esta es la forma. Orden y cabeza pensante, fórmulas que nunca se equivocan. Ahora toca no dar marcha atrás, luchar y luchar sin miedo a fracasar. Los tropiezos anteriores enseñaron pero encausaron. Demostremos que tenemos voz y poder social y aburridas estamos de soportar una violencia machista. “Nunca más silencio”. “Ni una menos”. “Vivas las queremos”. Por supuesto que podemos.
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