Con un país dividido- hoy, dos manifestaciones, una a favor y otra en contra-, el Presidente López Obrador llega a su primer año de gobierno con un alto nivel de popularidad, por su estilo de gobernar que ha mandado un mensaje de austeridad y cercano a amplios sectores sociales. A eso se suma, su poder para comunicar e imponer, cada mañana, la agenda mediática y pública. En contraparte, las mayores debilidades son el estancamiento de la economía y la crisis de inseguridad. Si bien el peso se mantiene fuerte  y la deuda pública no ha aumentado, la economía no creció. Lo escriben en «Templo Mayor de «Reforma».