A veces los memes son memes por razones totalmente aleatorias. En muchas ocasiones se tiende a definir el funcionamiento de estos fenómenos como algo tonto o sinsentido. Lo cierto es que en muchos casos esconden una historia rica en matices y que nos ayuda a comprender la complejidad de estos dispositivos culturales hijos de la tecnología que tenemos a las puertas de “los nuevos años 2000”.
Un ejemplo de esto es lo que ocurre con los títulos de crédito de Curb Your Enthusiasm (conocida como El show de Larry David), que casi 20 años después de haber sido estrenada, está generando miles de video-memes.
El primer sorprendido de este uso masivo de los títulos de crédito de El Show de Larry David es quien lo encarna. Robert B. Weide decía en Twitter hace una semana: “Ey, ¿quieres ver algo muy loco? Id a Google y pon “Directed by” y mira quién es el primer autor que es sugerido. El propio Larry David declaraba sobre el meme al NY Times el año pasado: “No sé nada de esto. De vez en cuando alguien me envía algo con la música Curb al final. Algunos de ellos me parecen divertidos, otros no. Nunca lo he pensado realmente, excepto por preguntarme por qué cualquiera lo haría “.
Robert, Larry, vamos a contar por qué.
El Show de Larry David fue estrenado por HBO en el año 2000 y en 2017 se emitió la novena temporada. En 2020 se emitirá la décima. La serie, escrita y protagonizada por el propio Larry David, narra la vida de un cándido, neurótico y semi-retirado autor televisivo con códigos éticos y de conductas que acaban metiéndole en situaciones incómodas.
La función de los títulos de crédito (cuya canción es “Frolic” de Luciano Michelini) es en Larry David marcar el desenlace de uno de estos momentos cómicos. A veces de forma más abrupta y otras veces como colofón de una escalada de tensión cómica. En el final de la tercera temporada podemos ver un ejemplo de este último caso: en medio de una cena repleta de personas de clase media-alta en un restaurante francés, el cocinero le revela a Larry David estar muy enfadado por no haber ganado la lotería. En un momento dado y en medio del jolgorio y el ruido propios de un contexto de este tipo, se hace el silencio tras escuchar que el cocinero francés grita varios insultos y palabrotas que se suceden rápidamente y sin sentido (producto de su limitado dominio del inglés). Larry se queda perplejo y para salvarlo decide imitar el estilo inconexo y comienza a decir palabrotas. Otros deciden imitarlo y se genera una escena surrealista que es culminada por los títulos de crédito.
No es difícil imaginar por qué unos títulos de crédito de una serie televisiva de humor terminan usándose como parte de un meme. Pero en ocasiones sí es difícil establecer el origen. Afortunadamente y en este caso hay un rastro digital que nos permite reconstruir cómo se pasa de la serie al meme. El primer ejemplo documentado se produjo en 2011 y fue cuando el youtuber Nikolaj Christensenpublicó un video en el que ponía la música sobre el final de la película La Niebla, generando una distorsión entre lo dramático de las imágenes y lo cómico de la música. Pero esta versión no ofrece exactamente la misma estructura sintáctica que los video-memes que hoy se producen.
El origen reciente del meme se sitúa en 2015. El creativo canadiense Jason Richards, que había comenzado una cuenta de Twitter que representaría de forma histriónica la voz de un fan “Si la serie Seinfeld siguiera emitiéndose”. Desde esa cuenta, subía un video de un capítulo de Saturday Night Live en el que compartieron escenario Donald Trump y Larry David. “¿Y si El Show de Larry David siguiera emitiéndose?” se preguntaba mientras subía un video donde podía verse un zoom digital hecho a posteriori sobre la cara de David mientras sonaba la famosa música de los títulos de crédito de su propia serie.
“En la cultura actual suceden momentos cringe (vergonzantes e incómodos) todo el tiempo. Por lo general, estos deberán ser lo suficientemente dolorosos como para acoplar los primeros la canción de los títulos de crédito”, decía Richards en una entrevista al NYtimes. Lo cierto es que, lo que en los 90 era algo que comenzaba a popularizarse (los famosos videos de primera grabados con las primeras videocámaras domésticas) hoy ha terminado por ser masivo. Lo fascinante es que una estructura cómica ideada hace 20 años se siga reutilizando hoy pero de paso a miles de versiones y mutaciones, cada una de ellas con sus propios matices. Es lo que ocurre cuando la comedia se democratiza. Y ocurre porque un meme es como un buen chiste. Envejece despacio.