Luis Alfredo Londoño Vélez y Víctor Martín Fiorino, de la Universidad del Cauca y Universidad Católica de Colombia, respectivamente, aportaron algunas ideas y observaciones dentro del II Coloquio Responsabilidad Social Universitaria (RSU) “Diálogo y colaboración intersectorial”, que la Universidad Veracruzana (UV) realizó los días 28 y 29 de noviembre.
Durante la clausura del evento, en la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), ambos participantes agradecieron la invitación de la máxima casa de estudios y de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), donde realizaron trabajos previos a este coloquio, en algunas de sus sedes.
Luis Alfredo Londoño, director de la Facultad de Ciencias Agrarias, se mostró respetuoso de la autonomía universitaria; sin embargo, destacó que el origen paliatorio de la responsabilidad social, personalmente le genera cierta tensión pues su surgimiento en los años cincuenta se dio de manera voluntaria en las empresas.
Esto, en el contexto de la lógica autoritaria de las empresas que privilegian lo privado sobre lo público, lo económico sobre lo ecológico y lo material sobre la naturaleza. Por tanto, el propósito que se mantiene es generar entornos competitivos en lo social, ambiental y económico.
No obstante, esos valores son totalmente ajenos a la universidad pública, por lo que propuso enfatizar su compromiso social, tema que no es voluntario sino un imperativo ético de la propia institución educativa.
Para ser coherentes en el tema de la función social, dijo que la investigación y acción participativa nos dice que debemos conocer nuestra realidad para transformarla, así como las injusticias y el racismo.
“Situarnos desde la investigación y acción participativa tiene un principio fundamental que es considerar a las comunidades sujetos del proceso y no objetos de intervención.”
Por ello, como universidad es necesario realizar procesos de acompañamiento, apoyo, dinamización y sistematización, estar en contacto con la sociedad para transformar las realidades, apuntó.
Durante su intervención, ante la comunidad universitaria de las cinco regiones –el evento fue transmitido por videoconferencia–, Londoño Pérez exhortó a discutir y replantear el tema de la RSU.
Respecto a lo anterior, expuso que la discusión fundamental es en el sentido de hacer responsabilidad social universitaria o garantizar que los egresados y su acción, desde la investigación e interacción social, no vayan a generar inequidades, contaminación y degradación.
“Yo no puedo formar estudiantes y profesionales que con sus acciones e investigaciones piensen sólo en incrementar la producción y productividad utilizando agroquímicos y después montar un programa de Responsabilidad Social Universitaria para paliar los efectos de su misma acción.”
Lo importante y más sensato sería replantear el impacto social, ambiental y económico, añadió.
Víctor Martín Fiorino, consultor de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), de la Universidad Católica de Colombia, hizo algunas precisiones sobre el tema.
En primer lugar, planteó que la UNESCO establece que la educación es un bien común global, por esa razón todos somos responsables, por obligación ética y legal, de trabajar por el bien común, donde está implicada la noción de ciudadanía.
Puntualizó que las universidades no se dividen en públicas y privadas, “todas son públicas porque forman para la sociedad, y en ese sentido están obligadas a contribuir con el bien común”.
La responsabilidad del Estado es con las universidades de carácter estatal, y se extiende a orientar, vigilar y promover la educación pública en las universidades privadas, dijo.
“El siglo XXI está siendo denominado como el de la corresponsabilidad, porque la responsabilidad social no es sectorial.”
Expuso que actualmente avanzamos hacia la responsabilidad social territorial, donde ya no se distingue como sectores la RSU la de las empresas o los gobiernos.
“Son sectores de corresponsabilidad ya no con el mercado o con un modelo económico, sino con la defensa de la vida que es sustentabilidad, convivencia e interculturalidad.”
Es así que la responsabilidad social debe ser crítica, transformadora y en alianza con actores de la sociedad, también es el eje central y pilar de la calidad educativa le da sentido a las funciones sustantivas y permite llegar a la realidad y transformarla.
En el evento estuvieron presentes: Liliana Ivonne Betancourt Trevedhan, directora general de Desarrollo Académico e Innovación Educativa (DGDAIE); Raúl Homero López Espinoza, coordinador de RSU, y de Miguel Ángel Escalona Aguilar, titular de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (CoSustenta).
Por: Claudia Peralta Vázquez