Los mamíferos modernos, incluyendo a los humanos, deben su sentido de la audición a tres pequeños huesos en el oído medio que estaban ausentes en sus ancestros reptiles, pero el punto en que ocurrió esta transformación se había mantenido como un interrogante.
Científicos han identificado etapas de transición en los restos de especies descubiertas recientemente que vivieron hace 125 millones de años en lo que es ahora el noreste de China: un eslabón perdido en la cadena de evolución.
Sus hallazgos fueron publicados en la revista Science este jueves y recibidos como un hito en el campo de la paleontología por la comunidad científica.
«Es un conjunto de pruebas fantástico», dijo Guillermo Rougier, un biólogo evolutivo de la Universidad de Louisville que no participó en la investigación, y consideró que las muestras que el equipo había estudiado eran «impresionantes».
El autor principal, Jin Meng, del Museo Estadounidense de Historia Natural de Nueva York, explicó que el estudio se basó en los restos de seis animales individuales, proto-mamíferos del Cretácico temprano que llamaron «Origolestes lii».
Estas especies vivían junto a dinosaurios y eran parecidos a roedores, tanto en tamaño como en apariencia, según se especificó.
Los reptiles usan sus mandíbulas para masticar y transmitir sonidos externos a través de vibraciones a sus cerebros, a diferencia del sistema auditivo más delicado y complejo en mamíferos. Este último incluye huesos martillo, yunque y estribo responsables desde la apreciación musical en humanos hasta la ecolocación en delfines.
Los científicos han planteado la hipótesis de que el llamado «desacoplamiento» del sistema auditivo y masticatorio eliminó las limitaciones físicas que los dos procesos se imponían entre sí, permitiendo a los mamíferos diversificar su dieta y mejorar su audición.
Con tecnología, el equipo liderado por chinos describió los especímenes en detalle, incluyendo las estructuras de sus huesos de audición y cartílagos.
«Ahora hemos proporcionado la evidencia fósil en el tiempo evolutivo que hace eco de la hipótesis», dijo Meng.
Mientras tanto, Rougier dijo que los fósiles descubiertos eran un tesoro para los investigadores. «Es una vergüenza de riquezas, de verdad».
Si el proceso ocurrió de una vez, o en grupos y momentos diferentes, son preguntas nuevas que se pueden estudiar ahora.