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La Razón Online

Un óleo sobre tela que retrata a la modelo y actriz estadounidense Juleen Compton, realizado por Diego Rivera en 1956 fue donado ayer al Museo Nacional de Arte (Munal), por la misma histrionisa y su marido, Nicholas Wentworth.

En representación del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Laura Elena Ramírez, subdirectora general de Bellas Artes, aseguró durante la ceremonia de entrega que es la la primera vez que la pieza se muestra en en el país, cuestión que representa un “acontecimiento fundamental a favor del patrimonio artístico y de la diplomacia cultural de México; es un puente con Estados Unidos que ha abierto el diálogo entre pueblos, coleccionistas y público”.

Asimismo, destacó que al reverso del cuadro se encuentra el boceto de una obra de Rivera que da cuenta de su estancia en Rusia: Suburbios en Moscú.

“El Gobierno de México, la Secretaría de Cultura y el INBAL están agradecidos con este voto de confianza que enriquece el acervo del Munal. Fue un hito que Rivera haya pintado esta obra de gran calidad plástica en los últimos meses de su vida”, abundó la funcionaria.

Asimismo, reconoció la mediación de la Galería de Arte Mexicano y la gestión de René Solís para que la donación fuera posible, al igual que como la labor del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), que analizará la obra, que se encuentra en buen estado.

Sobre la historia del cuadro, Carmen Gaitán, directora del Munal relató: “Diego estaba consciente de que moriría pronto. Juleen despertaba a la vida y él ya estaba en el ocaso de la suya. Esta obra de excelente factura y calidad, es un canto a la vida”.

“Juleen me contó que donó este cuadro porque quiere que Diego Rivera y todos los mexicanos nos sintamos orgullosos de ella, quien eligió legar este grito de vida de un hombre que estaba a punto de morir, a nuestro pueblo”, añadió Gaitán.

Y afirmó que existe otro retrato de Compton realizado por Rivera: un desnudo que el Munal buscará exhibir junto con Suburbios en Moscú –ambos pertenecientes a coleccionistas privados– y la pieza donada.

Finalmente, Nicholas Wentworth expresó que él y para su esposa desean que la pintura brinde ” mucha satisfacción al pueblo mexicano”.