Tiempo de creer

Primera parte

 

Dra. Denisse de los Angeles Uribe Obregón

Magistrada del H.Tribunal Superior de Justicia

 

“Bendita sea la fecha que une a todo el mundo

en una conspiración de amor”.

(Hamilton Wright Mabie).

 

Como cada año, en estas fechas el ambiente se torna alegre, lleno de luz y sobre todo de mucho amor, pocas épocas logran trasmitirnos de manera colectiva tantos sentimientos y emociones, como esta celebración que simboliza paz y alegría y que se manifiesta de muchas formas, para algunos a través de la convivencia y el reencuentro con los seres queridos, y para otros mediante la reflexión y el fortalecimiento de la fe.

Cada persona vive esta fecha a su manera, pero para todos guarda significados y recuerdos especiales.

Es una época de contrastes, son días de esperanza y felicidad, pero también de nostalgia, es imposible no recordar con añoranza nuestra infancia, cuando con mucha ilusión esperábamos el mes de diciembre para ver a toda la familia reunida, compartiendo momentos que se han convertido en gratos recuerdos, el anhelo de abrir los regalos y la ilusión de creer en la magia de la navidad.

Hoy es momento de seguir creyendo, necesitamos creer no solo para afrontar el futuro incierto, sino para afianzar nuestro presente e inyectarnos de esperanza y energía; creer es una forma de sentir que todo es posible e impulsarnos a luchar por nuestros sueños hasta convertirlos en objetivos cumplidos, pues lo que creamos de nosotros mismos, será el mayor determinante de nuestro éxito y de nuestro futuro.

También es tiempo de agradecer, de soñar, de compartir y de renovar nuestra fe, la palabra “Navidad” tiene su principio en el latín “Nativitas” cuyo significado es nacimiento, por lo que es un buen momento para renovarnos y afianzar lo positivo, dejando atrás todo aquello que no nos permite avanzar.

Disfrutemos la magia y la reflexión que nos brindan estos días, sin permitir que la esperanza se esfume con la euforia de la navidad, después de los festejos, en el silencio, debemos seguir escuchando esa voz que nos motive a creer, a crecer y a ser mejores; la luz que ilumina la esperanza y la generosidad debe permanecer encendida en nuestros corazones durante todo año.