2020 un año especial
Agustín Basilio de la Vega
De manera general, la mayoría de las personas en el mundo, renovamos nuestras esperanzas de vivir y estar mejor, cada vez que empieza un año nuevo. Después de realizar un balance de lo bueno y malo que nos pasó en el año que termina, hacemos una lista de deseos o metas que queremos cumplir en el nuevo. De manera romántica es una forma de darle vida a nuestros sueños y es a la vez la realización de un plan.
Como escribió el poeta Librado Basilio: “Vamos bebiendo sorbos de la vida en la terrena estancia. Vamos, tendido el vuelo al infinito, sufriendo la distancia”. En efecto, la vida es bella y es un constante caminar hacia el máximo bien en medio de alegrías y dificultades.
Aunque todos los días son apropiados para hacer algo mejor o cambiar para bien, el primer día del año es una fecha especial y más si se inicia con una nueva década; resulta además muy interesante que el próximo año se escriba con solo dos números, el dos y el cero. El año nuevo 2020 es múltiplo de diez, inaugura los años veintes del siglo XXI y fácil de memorizar.
¿Qué nos traerá el próximo año? Nadie lo puede saber con excepción de Dios, sin embargo, será un año en el que podremos ejercer nuestra libertad y voluntad para hacer muchas cosas. Las circunstancias mundiales, nacionales y locales desde luego influirán en todos nuestros proyectos pero dependerá sobre todo de nosotros lo que se pueda realizar.
Cuánta razón tiene el poeta cuando exalta la capacidad humana de transformarlo todo y hacer de la esperanza su mayor fuerza: “Y los hombres ya forman sus mundos y a su arbitrio trasladan montañas”.
Es de humanos proponernos proyectos de vida, salvar obstáculos, imaginar soluciones y transformar nuestro entorno por difícil que sean las circunstancias. Los cristianos somos particularmente optimistas incluso en la fatalidad y podemos exclamar con el maestro coscomatepecano: “¡Oh noche oscura, tinta en muerto anhelo, soplo que hiela verdes esperanzas… ¡Oh muerte, te he conocido obscura y luminosa!” a propósito de la vida eterna.
Sin sueños no hay futuro. Esperamos que el año 2020 sea un tiempo en el que todos trabajemos duro por alcanzar nuestros anhelos, que sea un tiempo bien aprovechado y propicio para que nuestras familias sean más felices y no olvidemos las palabras escritas que nos inspiran “Debajo del hombre que camina hay un hombre que sueña”
Les deseo un próspero año 2020