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Universidad Veracruzana

Estamos viviendo un momento de hegemonía de políticas migratorias de corte nacionalista y con un enfoque centralista, puntualizó Adriana Ortega Ramírez, investigadora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), en la conferencia “Reposicionando críticamente a las acciones migratorias locales” que ofreció en la Universidad Veracruzana (UV) como parte del 4to Congreso Internacional de la Red “Acciones locales en materia migratoria”.

Numerosos países operan con políticas migratorias restrictivas que buscan salvaguardar la seguridad de los estados; no obstante, el sustento de dichas estrategias se basa en visiones económicas y aquellas que tienen al Estado como el actor central de la sociedad.

La hegemonía se manifiesta de diversas formas, “como asumir desde muchas áreas, incluso desde la sociedad civil, que no existe otra forma de abordar la migración y que no hay soluciones más allá que actuar de forma restrictiva y con una gestión más nacionalista”, explicó.

Ortega Ramírez, integrante del cuerpo académico (CA) Procesos Transnacionales y Migración, agregó que como resultado de estas políticas los migrantes no tienen opciones para regularizar su estatus, provocando así que su situación sea considerada ilegal, como lo demuestran las políticas migratorias más estrictas, particularmente las de varios países europeos y de los Estados Unidos.

“Aquellas políticas que buscan ordenar y regular las migraciones tienen como objetivo que las personas no desestabilicen las fronteras, provocando así el incremento en el número de muertes de migrantes, donde destacan las costas europeas del mar Mediterráneo.”

La investigadora dijo que este enfoque centralista del Estado considera a los migrantes como un riesgo a la seguridad nacional y se articula con las teorías que estudian la migración que son de corte positivista y tienen un enfoque económico y sistémico, a diferencia de las propuestas que se generan a partir de la teoría crítica.

“Definitivamente, si seguimos pensando a los migrantes como sujetos de políticas, entonces seguimos reproduciendo mucho del statu quo actual”, advirtió; “por ello es necesario repensar el enfoque de la teoría crítica en la materia ya que no se trata de sólo interpretar el statu quo sino de transformarlo”.

La academia debe considerar a las personas migrantes como actores y agentes con respecto a los temas migratorios ya que tienen un papel activo en la situación que están viviendo.

“Debemos retomar el papel tan activo que tienen las personas migrantes, así como el hecho de que con su empuje, iniciativa y desafío buscan saltar muros, superar barreras y obstáculos, no sólo las fronteras físicas sino mentales y lingüísticas”, puntualizó.

La migración ha puesto en crisis las nociones de frontera y las nociones de lo que significa el Estado nacional porque los migrantes, como actores y agentes transnacionales, “cruzan las fronteras y desestabilizan los ideales con los que se ha construido el concepto de lo que se considera actualmente el Estado-nación”.

En tal sentido, Ortega Ramírez consideró que “vivimos todavía encasillados en una visión económica del migrante que debería venir a contribuir al mercado de trabajo, porque se le sigue pensando en términos económicos y se relega la visión desde los derechos humanos”.

Para revertir esta tendencia señaló que las organizaciones y colectivos de la sociedad civil trabajan en fortalecer la noción de que la migración es un derecho y que la persona migrante no es ilegal, sino que se encuentra en una situación excepcional por lo que requiere de una protección jurídica.

Por: David Sandoval Rodríguez