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EFE/Reforma

 El Parlamento español debate este sábado la propuesta del presidente interino, Pedro Sánchez, para formar un gobierno de coalición de izquierdas en la cuarta economía de la zona euro.

El Partido Socialista de Sánchez quiere forjar una coalición con la formación antiausteridad Unidas Podemos para los próximos cuatro años, pero necesita los votos de formaciones más pequeñas para obtener la mayoría.Durante la investidura, en la que Sánchez presentó su plan de gobierno, las reacciones de los diputados opositores no se hizo esperar.

El líder del Partido Popular (PP), Pablo Casado, instó al Mandatario en funciones, Pedro Sánchez, a aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña si no cesa el presidente de la Generalitat, Quim Torra, o de lo contrario, actuará contra el candidato a la investidura por prevaricación.

En su réplica a Sánchez en el debate de investidura, Casado recordó que Torra ya avanzó que no piensa reconocer la decisión de la Junta Electoral Central que le inhabilita y le ha preguntado qué va a hacer ante este desacato y rebeldía ante el estado.

El candidato a la investidura, Pedro Sánchez, por su lado acusó al líder del PP de usar todo tipo de artimañas jurídicas y extrajurídicas para tratar de sabotear la formación de Gobierno.

En su réplica a Casado, Sánchez advirtió al líder popular de que para saber ganar antes hay que saber perder y lamentó que no le hayan bastado los resultados electorales de cinco procesos para darse cuenta de que había perdido y de que el Partido Socialista Español (PSOE) ganó.

El proceso de investidura se desarrolla desde las 9 hora local.

Este sería el primer ejecutivo en coalición del país desde la restauración de la democracia en 1978, tres años después de la muerte del dictador Francisco Franco, que gobernó durante 40 años.

La propuesta de Sánchez no obtendrá mayoría absoluta, 176 de los 350 escaños del Congreso de los Diputados, en la votación del domingo. Los tres grandes partidos de la derecha española Pp, Vox y Ciudadanos ya anunciaron que sus legisladores votarán en contra.

Pero los socialistas insisten en que sí tienen los respaldos que devolverían a su candidato al Palacio de la Moncloa el próximo martes, la fecha prevista para la segunda votación, en la que necesitan solo mayoría simple, es decir, más síes que noes.

La formación de Sánchez tiene que confiar en la buena voluntad de los alrededor de 20 legisladores de formaciones minoritarias que se comprometieron a abstenerse.

Entre ellos están los 13 representantes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), una de las formaciones que busca la independencia de Cataluña.

El respaldo de ERC podría estar en duda luego de que la Junta Electoral Central dijo el viernes que el líder de la formación, Oriol Junqueras, que está en prisión, no podía tomar posesión del escaño del Parlamento Europeo que logró en los comicios comunitarios del pasado mayo.

El Tribunal Supremo decretó en octubre que Junqueras era culpable de delitos de sedición y malversación de fondos públicos por su papel en un ilegalizado intento de secesión en 2017, cuando fungía como vicepresidente del gobierno regional catalán.

Sánchez y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, están a la espera de saber si la formación independentista cambia el sentido de su voto.

El candidato socialista inició el debate del sábado con un largo discurso en el que desgranó las prioridades de su gobierno, centrándose en una férrea defensa de la educación y la sanidad públicas y de los servicios sociales.

Sánchez mencionó también su reciente acuerdo para abrir un proceso de diálogo con ERC para encontrar una solución a la situación en Cataluña, que se convirtieron en el problema institucional más grave del país en décadas.

Los partidos de derecha acusaron al mandatario de poner en riesgo la integridad territorial al acceder a dialogar con los separatistas de la adinerada región, donde las encuestas muestran que alrededor de la mitad de sus 7,5 millones de habitantes respaldarían la independencia.