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Afp

El líder opositor Juan Guaidó juró este martes como «presidente encargado» de Venezuela, tras ser ratificado como jefe del Parlamento, una victoria simbólica para la oposición en su pugna con el gobernante socialista Nicolás Maduro.

Poco después, en rueda de prensa, el opositor convocó tres días de protestas esta semana, intentando recuperar el poder de convocatoria perdido en los últimos meses.

Guaidó forzó la entrada al Palacio Legislativo junto a un centenar de diputados, abriéndose paso a empujones frente a militares que bloqueaban las puertas, dos días después de ser impedido de juramentarse en el hemiciclo y de que un opositor rival, Luis Parra, se autoproclamara ahí presidente de la Cámara con apoyo chavista.

La sesión en la sede del Congreso estuvo marcada por ataques de partidarios de Maduro contra él y otros legisladores, miembros del cuerpo diplomático y periodistas.

Una fuente diplomática informó a la AFP que representantes de países de Europa y Japón resultaron «severamente golpeados» por «colectivos» -grupos que la oposición considera un «brazo armado» del chavismo-, que les arrojaron piedras.

«¡Lo juro!», gritó Guaidó desde el podio presidencial de la unicameral Asamblea Nacional, único poder en manos de la oposición en el país.

El opositor convocó a «actividades de calle» para jueves, viernes y sábado y a una movilización hacia el Congreso para el próximo martes.

Desde el cargo de jefe del Legislativo, Guaidó se proclamó mandatario interino de Venezuela en enero de 2019 con reconocimiento de medio centenar de países. Renovó este martes su juramento de cumplir con «los deberes de presidente encargado» y buscar «solución a la crisis».

Guaidó encabeza la pugna por el poder contra Maduro, a quien la oposición responsabiliza de la profunda crisis económica y declaró «usurpador» acusándole de reelegirse fraudulentamente en 2018, e insiste en una ruta hacia un «gobierno de transición» y nuevas elecciones presidenciales.

La oposición controla la Asamblea Nacional desde que ganó 112 curules de 167 posibles en las elecciones de 2015.

Pero las funciones del Parlamento fueron asumidas en la práctica por la oficialista Asamblea Constituyente, después de que el Tribunal Supremo de Justicia lo declarara en desacato en 2016.

La juramentación «no se trata de poder», aseguró el presidente de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León. «Su valor real es como símbolo de lucha y unidad» de la oposición, agregó.

Coronado sin luz

Guaidó dirigió una accidentada sesión. Un corte eléctrico obligó a los legisladores a iluminar el recinto con sus teléfonos celulares.

«Era vital» tomar «físicamente el hemiciclo. Es un símbolo, como la corona de un rey, aunque no quiere decir que ganó la guerra», dijo a la AFP León.

Cuando Guaidó dejaba el Parlamento, «colectivos» le arrojaron una pequeña granada de gas lacrimógeno. Salió ileso, constató la AFP.

Varios periodistas sufrieron agresiones, dijo el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP). El País de España denunció que su corresponsal, Francesco Manetto, fue «golpeado» por una «turba» mientras grababa con su celular.