El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se declaró dispuesto este martes a aceptar «acompañamiento» de la ONU y otros organismos internacionales en las elecciones parlamentarias de 2020, aún sin fecha, pero descartó sin embargo recibir a la OEA y a su secretario general.
Maduro, en su rendición de cuentas anual, propuso invitar a «la Unión Europea, a la secretaria general de la Organización de Naciones Unidas» y «a todas las organizaciones mundiales».
«Puertas abiertas al acompañamiento internacional. ¡Welcome, welcome!», dijo en un discurso transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión.
«Lo que sí en este país no entrará (…) es Luis Almagro, bandido, basura (…), ni la OEA ni Almagro entran a Venezuela más nunca», expresó el mandatario ante la oficialista Asamblea Constituyente en un acto en el Palacio Legislativo, en el centro de Caracas, hasta donde llegó una marcha de miles de chavistas.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) actuó como observadora en las últimas votaciones presidenciales de Bolivia y denunció irregularidades que terminaron con la renuncia de Evo Morales, uno de los principales aliados de Maduro, y la proclamación como presidenta de la legisladora derechista Jeanine Áñez.
Maduro también se dijo abierto a que el Poder Electoral, acusado por la oposición de servir al chavismo, tome medidas para «dar más garantías» en las legislativas.
Por ley, la rendición de cuentas del presidente debe hacerse frente al Parlamento, único poder que controla la oposición en el país caribeño; pero la Asamblea Constituyente asumió en la práctica sus funciones después de que el Legislativo fuese declarado en desacato.
La oposición, cuyos principales partidos políticos boicotearon las presidenciales de 2018 alegando falta de condiciones, aún no ha decidido si participa en bloque en las inminentes parlamentarias.
El líder opositor Juan Guaidó, quien desde el cargo de jefe del Parlamento reclamó el 23 de enero de 2019 la presidencia encargada de Venezuela con reconocimiento de medio centenar de países encabezados por Estados Unidos, exige nuevas votaciones presidenciales.
La mayoría opositora legislativa declaró «usurpador» a Maduro, acusándole de haber sido reelegido en forma fraudulenta.
Guaidó fue ratificado como presidente del Parlamento el pasado 5 de enero por 100 legisladores aliados.
No obstante, ese mismo día, un congresista rival, Luis Parra, fue proclamado en ese puesto con apoyo chavista en una sesión sin Guaidó y otros diputados opositores, que denunciaron «un golpe de Estado parlamentario».