Como parte de la experiencia educativa (EE) intersemestral de invierno Taller de Restauración, 22 estudiantes de la Facultad de Historia y dos de la de Arquitectura de la Universidad Veracruzana (UV), restauraron acervo de la Biblioteca “Carlo Antonio Castro Guevara”, cuya sede es la Unidad de Humanidades.
Cada estudiante tuvo a su cargo un libro y los 24 intervenidos fueron entregados el 31 de enero a la coordinadora de la biblioteca, Iris Jazmín Flores Aburto, en presencia del director de la Facultad de Historia, Raúl Romero Ramírez.
La responsable de la EE, Guadalupe Sánchez Álvarez, académica del Instituto de Antropología de la UV, remarcó que acciones de esta naturaleza forman parte de la responsabilidad social universitaria.
“Es importante señalar que los alumnos en esta EE juegan cuatro papales: el del técnico que recibe la obra, la revisa y hace el diagnóstico; después se convierten en el que ejecuta el trabajo; y enseguida en quien está a cargo de la digitalización.
“Además, se convierten en empresarios en el ramo de la restauración, con la finalidad de tener una perspectiva para proveer de estos servicios, que realmente sería muy bueno para el país que existiera”, detalló la académica.
Por su parte, Flores Aburto proporcionó a los estudiantes los libros que requerían el servicio de restauración y consideró dos aspectos más: que no han conseguido una nueva edición y son frecuentemente consultados por la comunidad universitaria. En ese tenor, agradeció la labor de los universitarios.
Los estudiantes trabajaron en la limpieza y, en su caso, la rehabilitación de cada una de las páginas del libro, así como de las portadas. Atendieron los ataques fúngicos (de hongos), realizaron estabilización ambiental, desinfección y aplicación de talco protector para evitar que el deterioro continúe, por citar algunas acciones que dependían de la necesidad de cada obra.
Una de las estudiantes, Irma Cecilia Ruiz Madero, restauró Retornos de lo vivo lejano (edición de 1957) de Rafael Alberti Merello. Al respecto comentó: “Tuve la oportunidad de acercarme a la restauración, algo que en México está monopolizado, porque no hay tantos cursos como debería; creo que esta propuesta de la Facultad es una muy buena oportunidad para aprender”.
Fernanda Cristina Lobato García, quien tiene el interés de hacer un posgrado en restauración, hizo lo propio con En compañía de Tolstoi. Seguido de otros motivos e indicaciones (1932, primera edición) de Ricardo Baeza Durán.
“Hice una limpieza y estabilicé la pieza para que en un futuro se pueda seguir usando con normalidad”, explicó como parte de su trabajo. Emocionada añadió: “¡En la parte de atrás dice ‘Seis pesetas’!, lo interesante de estos libros es saber cómo llegaron a esta biblioteca, porque tienen muchos sellos de otras; también es atractivo investigar el recorrido de cada obra”.
Como ya se citó, dos estudiantes de la Facultad de Arquitectura, como parte del programa de movilidad interna, participaron en esta EE. Uno de ellos, Antonio Zapata Reyes, comentó que le resultó enriquecedor, pues entendió y puso en práctica que no sólo se realiza restauración de edificios, sino de libros y documentos históricos, labor igual de cuidadosa e interesante.
Además, resultaron de su interés archivos antiguos sobre arquitectura (planos y bocetos), que también requieren restauración o protección, para que sigan siendo consultados.
A manera de profundizar en este quehacer, los estudiantes y la académica visitaron la Biblioteca Palafoxiana de Puebla, donde conocieron de primera mano cómo se realizan trabajos de restauración en documentos antiguos y cuáles son los cuidados que todo libro debe recibir.
En la entrega oficial ante las autoridades universitarias, los estudiantes coincidieron al decir que aprendieron el correcto uso de los libros y, sobre todo, el interés que tienen en un Taller de Restauración permanente en la Facultad de Historia, y no esperar el intersemestral de invierno, que es cuando se oferta la EE.
Por: Karina de la Paz Reyes Díaz