• La UV implementó en 2010 un cambio en su proceso de ingreso, facilitado por las Tecnologías de la Información y Comunicación. 

David Sandoval Rodríguez 

Como parte de la 1ª Jornada de Innovación en Educación Superior, organizada por el Centro de Investigación e Innovación en Educación Superior (CIIES) de la Universidad Veracruzana (UV), especialistas de varias instituciones dieron a conocer los retos que enfrenta la educación superior que se imparte con el apoyo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). 

Cinco investigadores y académicos participaron en la mesa redonda “Reflexiones sobre innovación en educación superior”, que organizó el núcleo académico del Doctorado en Innovación en Educación Superior, que iniciará actividades en agosto del presente año, y fueron moderados por Jeysira Dorantes Carrión, integrante del mismo. 

Ricardo Mercado del Collado, académico del posgrado, presentó “Evolución reciente y estado actual de los cursos masivos abiertos en línea”; explicó que los cursos en línea masivos y abiertos (MOOC, por sus siglas en inglés Massive Open Online Courses) “han demostrado ser una herramienta poderosa para ampliar la educación superior y las oportunidades de aprendizaje”. 

No obstante, las políticas nacionales en educación superior de México muestran un desfase con la tendencia mundial que está incorporando planes de estudio y plataformas con cursos en línea. Un cambio podría ampliar la cobertura de la matrícula, que alcanza sólo al 38 por ciento, superado por Argentina, Colombia, Puerto Rico y Cuba. 

A continuación, Romualdo López Zárate, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), presentó la ponencia “Uso de las TIC en la Educación Superior” y recalcó que “se buscan innovaciones disruptivas que puedan sustituir, al menos parcialmente, la educación presencial”. 

Coincidió con Mercado del Collado al señalar: “No podemos seguir atendiendo sólo al 38 por ciento de la población, no podemos aspirar al mejor desarrollo personal y nacional si los jóvenes no tienen acceso a la educación superior”. 

Entre los retos de la educación en estos ambientes están el rezago del personal académico, así como la falta de personal de apoyo especializado en el desarrollo tecnológico; en el caso de la UAM, el 63 por ciento del profesorado ronda los 56 años y el 26 por ciento es mayor de 66, lo que limita el uso de las TIC en la enseñanza. 

Alma Delia Otero Escobar, también académica del doctorado, habló de “Actualidad y tendencias en entornos virtuales de aprendizaje”. Dijo que se espera centrar el aprendizaje en el estudiante, cursos en vivo y en directo, al igual que un diseño instruccional de nueva generación con aprendizaje inmersivo, realidad virtual, realidad aumentada y contenidos para dispositivos móviles. 

Después, Karla Paola Martínez Rámila, académica del Laboratorio Nacional de Informática Avanzada (LANIA), expuso “El impacto de las TIC en la enseñanza: recopilación, uso y privacidad de los datos”. Refirió el repunte de la economía digital basada en la recopilación e interpretación de los datos que ingresan usuarios en las distintas redes sociales que usan. 

Asimismo, comentó que en el contexto educativo existen los learning analytics, que se refieren al análisis de la información que generan los estudiantes en línea y cómo ésta puede ser utilizada para desarrollar cursos y plataformas educativas. 

“Estamos en un etapa temprana de desarrollo de esta analítica del aprendizaje, en la cual se trabaja respecto a los lineamientos éticos de la información, porque si estamos midiendo debemos reflexionar por qué lo hacemos y cómo se va a evaluar y almacenar esta información”, detalló. 

Para concluir, Carlos García Trujillo presentó “El ingreso a la UV: retos y decisiones”, como resultado de su trabajo en la Dirección General de Administración Escolar en 2010. Señaló que el reto administrativo era lograr un proceso 100 por ciento en línea, incrementando a su vez la eficiencia y sin demeritar la transparencia del mismo. 

Se vivía un auge de las redes sociales y de la web 2.0, por lo que se puso en marcha una estrategia con este objetivo. 

“Se superó la idea acerca de la falta de capacidad de los aspirantes de tomar responsabilidad de su propio registro; por otro lado, se fomentó el uso de los portales institucionales y la transparencia en el proceso, así como el seguimiento de la demanda en tiempo real, la publicación de las calificaciones individuales por área de los aspirantes en su perfil”, explicó el ponente.