Lugar:
Fuente:
EFE

El Atalanta goleó al Valencia por 4-1 y está más cerca de los cuartos de final de la Liga de Campeones, tras un encuentro que estuvo marcado por la mayor pegada y eficacia del equipo italiano, ya que el conjunto español también dispuso de numerosas y claras ocasiones pero su falta de acierto en el remate le penalizó gravemente.

El gran momento de juego que atraviesa el Atalanta y las ocho bajas del Valencia, especialmente importantes en defensa, hacían prever un partido complicado para los españoles y así fue. El equipo de Gasperini arrancó muy dinámico el partido bajo la batuta del argentino Papu Gómez, con diferencia el mejor jugador del partido.

Avisaron los italianos a los 8 minutos pero Jaume salvó al Valencia, pero al cuarto de hora el Papu se inventó una gran asistencia que aprovechó el carrilero Hateboer, tras adelantarse a la marca de Gayà.

El Valencia no reaccionaba ante un Atalanta que exhibía sus mejores minutos, pero la recolocación de Carlos Soler en la zona ancha de la medular cambio la cara del equipo español, que comenzó a solventar con solvencia la fuerte presión de los italianos, que mostraban sus carencias defensivas ante un Guedes, que fue de menos a más.

A la media hora, Ferran pudo empatar pero su disparo se estrelló en el poste y poco después Guedes desaprovechaba otra clara ocasión, tras una gran asistencia de Gayà. El Valencia se había hecho con el partido y merecía el empate pero en el tramo final del primer acto llegó el segundo gol del Atalanta después de que su goleador Ilicic sorprendiera en la frontal del área con un potente disparo.

El Valencia afrontó la segunda parte con la obligación de marcar para dejar abierta la eliminatoria pero fue el equipo de Bergamo el que salió al campo con el gol entre ceja y ceja, con Papu Gómez haciendo estragos en la zaga española.

Foto: EFE

Pese a todo, el Valencia encontraba en las transiciones rápidas la forma de hacer daño y Carlos Soler metió el miedo en la defensa local en dos acciones consecutivas, pero de nuevo la pegada del Atalanta hizo estragos. Al igual que en el segundo gol, esta vez fue Freuler el que se perfiló desde la frontal y su disparo con rosca sorprendió a Jaume para anotar el 3-0, encendiendo todas las alarmas a medio hora de la conclusión.

Maxi Gómez pudo recortar diferencias, tras un error del portero que llegó a las botas de Ferran que vio al uruguayo completamente solo, pero el disparo de éste lo detuvo Gollini, enmendado su error. Del posible 3-1 se paso al 4-0 en apenas un minuto, al aprovechar el carrilero Hateboer un contragolpe.

Celades dio entrada a Cheryshev y el ruso en su primer balón marcó con un ajustado disparo desde la frontal que abría un hilo de esperanza al que se aferró el Valencia, que se lanzó desatado en busca del segundo gol. Pudo llegar pero no era la noche de un fallón Maxi Gómez que acabó siendo sustituido por Gameiro.

En los últimos veinte minutos el partido se abrió por completo, un intercambio de golpes brutal del que el Valencia no supo sacara provecho para encontrar un segundo gol que abriera un poco el horizonte de cara a la vuelta en Mestalla, donde los de Albert Celades se deben encomendar a una remontada épica para seguir caminando en la Champions.

El Leipzig se lleva la ventaja a Alemania gracias a un gol de penal de Timo Werner

La resistencia del Tottenham Hotspur no fue suficiente y el delantero alemán Timo Werner, ayudado por la inocencia de Ben Davies, derribó la defensa del equipo inglés y dio una ventaja al RB Leipzig (0-1) que deja a José Mourinho tambaleándose en Europa.

El portugués, recordando épocas pasadas y condicionado por las bajas de Harry Kane y Heung-min Son, salió atrás. Tan atrás que el Leipzig casi le hace tres goles en dos minutos. Tres llegadas clarísimas, incluyendo un disparo de Angeliño a un palo.

Que aguantara 45 minutos sin recibir gol parecía un milagro, sobre todo cuando Werner erró un mano a mano contra Hugo Lloris tirando al muñeco.

La ocasión de gol del Tottenham, la que siempre tienen los equipos de Mourinho, la anuló el húngaro Peter Gulacsi con un paradón abajo a Steven Bergwijn.

Pero la suerte del equipo inglés no se iba a prolongar mucho más. La confianza en Ben Davies para el lateral le salió cara a los ‘Spurs’. Su derribo a Knorad Laimer dentro del área precipitó la apertura del marcador de Werner.

Seguro y con sobriedad, el alemán adelantó a los suyos desde el punto de penalti y se llevó la mano a una oreja pidiendo más ruido a su hinchada, una de las mejores noticias de la noche.

La afición alemana, además de quejarse por el precio de las entradas, mostró una colorida y ruidosa imagen, sacando las bufandas al viento y entonando cánticos que provocaban más eco en el estadio que los de los seguidores del Tottenham.

Foto: EFE

La eliminatoria, que se decidirá el próximo 10 de marzo, pudo haber quedado mucho más a favor del Leipzig, pero Patrik Schick, solo delante de Lloris, no supo definir a gol y tumbar definitivamente al Tottenham.

Esa mística de Mourinho le pudo meter en el partido y en una falta aislada, Giovani Lo Celso se encontró con una mano de Gulacsi y el palo.

Es lo que le queda al Tottenham con las bajas de Kane y Son. Tras tener que alinear a Lucas Moura de ‘9’, el equipo adolece de profundidad y necesitará mucho más fútbol y ataque para darle la vuelta a la eliminatoria en Leipzig.

Pero si por algo se ha caracterizado el Tottenham en los últimos tiempos es por sus milagros europeos. Alemania decidirá.