Por: Mario Javier Sánchez de la Torre.
-Designación del INE ¿manchada?
Como era de esperarse, lamentablemente desde el inicio del proceso para nombrar a los cuatro integrantes del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) que entrarán en sustitución de los que por ley cumplen los años para los que fueron designados, inicia presentando algunas irregularidades.
Pues como lo indica el procedimiento que se debe seguir, además de la expedición de la convocatoria se debe integrar un Comité Evaluador que estará formado por tres personas de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, dos más que designe la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y otras dos también enviadas por el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI).
Irregularidades que inician con las designaciones que hizo la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra, en las personas de Jhon Ackerman y Carla Astrid Humprey. Causando la inconformidad de los representantes de los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática, en la Junta de Coordinación Política, pues el catedrático forma parte del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y la legislación correspondiente indica que las personas propuestas no pueden estar ligados a instancias políticas. En cuando a Carla Astrid Humprey, esta no aceptó la designación, pues dijo tener intenciones de contender por una de las posiciones de consejera del INE. Por lo que en su lugar se designó a la periodista Sara Lovera.
Irregularidad que de no subsanarse, aunque no parece importante y de consecuencias graves para el futuro del INE, sí lo es. Pues las intenciones de menoscabar o apoderarse del máximo organismo electoral de nuestro país, por parte de la actual administración federal morenista, desde que llegó al poder ha sido clara.
Situación que de llegar a darse pone en peligro la incipiente democracia que estamos cuidando y viviendo los mexicanos desde el pasado año 2000, en que se dio la alternancia en el poder después de 70 años de gobierno priista, con la llegada a la Presidencia de la República del panista Vicente Fox Qusada y algunos años después con el regreso del PRI, con Enrique Peña Nieto, para tener ahora desde el pasado 1 de diciembre del 2018 ocupando la Primera Magistratura del país, Andrés Manuel López Obrador, sin que haya habido derramamiento de sangre.
Situaciones que el actual mandatario federal debe analizar y agradecer, pues él, es uno de los principales beneficiados con está democracia que el INE ha mantenido organizando y validado los procesos electorales citados. Por lo que el lugar de estar buscando su deterioro, su obligación como Presidente de México, es apoyar nuestra república democrática, representativa y federal. Sistema político de gobierno que si no ha sido el mejor o como lo quisiéramos, ha mantenido la paz y el desarrollo del país, por lo que todavía estamos considerados como la economía número 16 del mundo. Y no somos, no Cuba, ni Venezuela.