En Pueblo Viejo -ubicado en la Huasteca Alta de Veracruz- se llevó a cabo una singular unión: Irma Pérez Hernández se casó un árbol de Chicozapote que ella misma sembró en el patio de su casa hace ya 40 años.
Durante la celebración, como en otras bodas, hubo vals banquete y se recitaron poemas. Irma cuenta que el acto busca concientizar sobre el cuidado de la naturaleza.
La novia, vestida de blanco presentó al novio, narró los cuidados que le dio desde niña. Familiares, amigos y padrinos acudieron al festejo nupcial de la mujer, quien durante años planeó la ceremonia.
Irma narró que su deseo fue acreedor de burlas, y que incluso algunas personas buscaron canalizarla con un psiquiatra, sin embargo, recibió ayuda de sus familiares y amigos y pudo llevar a cabo su deseo.
Para ella, contraer nupcias con un árbol le permite fortalecer su relación con la naturaleza, la mujer, viuda y madre de dos hijos, aseguró que inicia una nueva etapa en su vida; busca dejar un legado antes de partir.
La mujer expresó su aprecio al ser viva con muestras de cariño, lo besó y adornó para la ocasión especial.
Los asistentes al evento señalaron que la señora Irma siempre se ha caracterizado por amor a la naturaleza, promoviendo acciones para su cuidado.