Durante 70 años el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue la organización política predominante en México. En muchas de esas décadas ser elegido candidato del PRI representaba automáticamente el aseguramiento del cargo de elección popular. ¿Quién no fue priísta en el pasado?, hasta el presidente López Obrador fue dirigente en Tabasco de este instituto político. Se decía frecuentemente de algunos panistas o perredistas que «mostraron el pequeño priísta que traían adentro». La mayoría de la gente pobre de México se identificaba con los postulados y acciones del PRI. La corrupción de sus gobernantes y funcionarios y el haberse «derechizado» provocó su caída brutal. Requería, para estar en opción de levantarse, además de un político listo y capaz como «Alito», una gente tremendamente honesta.