De los Ángeles a los Demonios

Coordinación de Poderes

 

Dra. Denisse de los Angeles Uribe Obregón

Magistrada del Tribunal Superior de Justicia

 

La división de poderes es el pilar de todo Estado democrático y la base sobre la cual se sustenta el equilibrio y estabilidad de una nación; desde la antigua Grecia en su obra La Política, Aristóteles consideraba la necesidad de dividir el poder político, con el objetivo de que éste no se corrompiera y que lograra legitimarse frente a los gobernados.

Filósofos como Locke y Montesquieu desarrollaron una teoría moderna sobre la división de poderes, el primero de ellos los dividió en tres: el Legislativo encargado de elaborar las leyes, el Ejecutivo competente para ejecutar leyes interiores y el Federativo responsable del manejo de la seguridad de intereses públicos en el exterior. El filósofo inglés señalaba que éstos dos últimos casi siempre se reúnen en una misma persona.

Montesquieu en su obra El espíritu de las leyes distinguió tres poderes que debe tener todo Estado republicano: el Ejecutivo encargado de realizar la gestión de los asuntos públicos, el Legislativo responsable de la generación de leyes que brinden orden a la sociedad y por último el Judicial, encargado de juzgar y aplicar la norma a casos concretos cuando surgen conflictos de intereses.

El Estado mexicano retomó la división de poderes estudiada por Montesquieu; desde que se logró la independencia se estableció como base de la organización política y de la estructura gubernamental el principio de división de poderes, mismo que sería formalizado por primera vez en la Constitución de 1824, retomado en la de 1857 y concretado por los constituyentes de 1917.

El artículo 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que el pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, y por los Estados y la Ciudad de México, en lo que toca a sus regímenes interiores. El numeral 49 de nuestra Carta Magna señala que el Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

El poder Legislativo se deposita en un Congreso General dividido en dos Cámaras: diputados y senadores, el Ejecutivo es depositado en el presidente de la República y el Judicial en una Suprema Corte de Justicia, en un Tribunal Electoral, en Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito y en Juzgados de Distrito.

En el caso de Veracruz el artículo 17 de la Constitución Política del Estado establece que el Poder Público para su ejercicio se divide en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. El Legislativo es depositado en el Congreso del Estado, el Ejecutivo en el Gobernador y el Judicial en un Tribunal Superior de Justicia, en un Tribunal de Conciliación y Arbitraje y en los juzgados que señala la Ley Orgánica de la materia.

Tal como se ha mencionado, la división de poderes es fundamental para la limitación del poder del Estado en beneficio y en garantía de los derechos de la sociedad, sin embargo, para lograr un sistema de poderes equilibrado y funcional es necesario que exista coordinación entre ellos.

Tanto a nivel federal como estatal es necesaria la corresponsabilidad, cooperación y trabajo coordinado entre los tres poderes para garantizar los derechos de la ciudadanía. En Veracruz es momento de establecer mayor comunicación y una cooperación más efectiva entre el Legislativo, Ejecutivo y Judicial, a fin de generar mayores beneficios en favor de los veracruzanos.

En la mayoría de los casos los esfuerzos aislados generan resultados ordinarios e insuficientes, sin embargo, si se promueve la coordinación de esfuerzos a través de una agenda conjunta de acciones entre los tres poderes se logrará impactar de manera positiva el progreso de nuestra entidad, alcanzando una mejor calidad de vida para los ciudadanos y garantizando la salvaguarda de sus derechos.

Veracruz se ha destacado en la historia de México como referente en temas trascendentales que han forjado nuestra nación, pues además de ser cuna del mestizaje, en esta entidad se fundó el primer Ayuntamiento de América y fueron firmados los tratados de Córdoba, documento base para alcanzar nuestra independencia; los veracruzanos tenemos gran capacidad para organizarnos y trabajar en equipo, por lo que la cooperación entre poderes no es una estrategia  que resulte complicada de implementar en nuestro estado, es por eso que auguro un excelente trabajo coordinado en favor de los veracruzanos.

Lo anterior en modo alguno irrumpe el equilibrio entre poderes, pues lo que se busca alcanzar es la coordinación de esfuerzos dentro del ámbito de competencias de cada poder, sin invadir la esfera de los demás, pues si bien es cierto que no hay democracia sin división de poderes, no puede haber progreso sin la coordinación entre ellos.