CENTENARIO DEL NATALICIO DE LUIS G. BASURTO. (IV)
“La vida es sueño.”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
Miguel Naranjo: Don Carlos, el mes de marzo lo dedicaré a conmemorar al gran dramaturgo mexicano Luis G. Basurto. En este momento que estamos planeando el diseño de las obras a presentar, el filósofo Gustavo Salmerón Jiménez me comenta que él recuerda haber visto en la década de los años ochenta en la ciudad de México, la presentación en escena de la pieza: “La vida es sueño” del dramaturgo español Pedro Calderón de la Barca, enfatizando que la obra fue dirigida por el Maestro Basurto y que Usted fue el protagonista principal personificando a Segismundo. ¿Qué puede usted decirme al respecto? Lo que usted pueda contarme enriquecerá mi artículo y, además, es una forma de hacerle un modesto homenaje a todos ustedes que son primeros actores.
Carlos Bracho: “Mi estimado Maestro. Sí, merecido se lo tiene el gran amigo que fue don Luis G. Basurto. Uno de los más grandes dramaturgos mexicanos y con reconocimiento universal. Y esa obra, La vida es sueño. Además de presentarla en México, también lo hicimos en Madrid. Agregando que la coreografía la realizó Guillermina Bravo. El resultado fue esplendido. El público en Madrid, de pie, aplaudió por minutos increíbles. Recibe un fuerte abrazo y saludos al filósofo Salmerón.” Charla con el Primer Actor Carlos Bracho el 26/02/2020.
Lo antes narrado explica porque concluimos el mes dedicado a Luis G. Basurto presentando una de las obras teatrales más importantes del Siglo de Oro español. “La vida es sueño” es considerada hoy día como una de las obras maestras de la literatura universal e incluso se encuentra a la altura de cualquier tragedia de Shakespeare. El personaje Segismundo en muchos momentos me recuerda a Hamlet, los dos viven el eterno dilema de ser o no ser, Segismundo sufre porque llega a dudar hasta de su propia existencia, por años ha vivido encerrado en la nada y de pronto la vida le da la oportunidad de convertirse en Rey de Polonia, pero él sigue dudando si lo que vive es real o es un simple sueño, tal vez, la pasión que siente por Rosaura es lo único real, y para comprender mejor lo argumentado, vayamos a la historia.
Los personajes son: “Basilio, Rey de Polonia. Segismundo, Príncipe. Astolfo, Duque de Moscovia. Clotaldo, viejo. Clarín, gracioso. Estrella, Infanta. Rosaura, dama.”
Segismundo desde su nacimiento vive en un viejo y escondido Castillo que representa ser una prisión, su padre y madre no lo quisieron porque tuvieron un supuesto presagio que de grande se convertiría en un tirano malvado, déspota e inhumano. Calderón de la Barca utilizando elementos del teatro clásico griego parte del destino incontrolable e incambiable del hombre, algo parecido a lo que vivió Edipo, aquel trágico personaje de Sófocles que por más que quiso con sus acciones cambiar el destino de su vida, no pudo evitar la tragedia que habían vaticinado los dioses.
Basilio ya siendo un hombre grande decidió revelar a sus sobrinos Estrella y Astolfo, (los únicos herederos al trono de Polonia), la existencia de su hijo Segismundo, y, fue más allá, les comentó que había decidido que su hijo se convirtiera en Rey, agregando que su hijo se mantendría en el trono si mostraba ser un hombre civilizado, generoso, no obstante, si Segismundo actuaba como un bárbaro, déspota, cruel, inmediatamente lo regresaría a prisión. El plan para traer a Segismundo al Palacio del Rey fue el siguiente.
Segismundo toda su vida había vivido encerrado en el Castillo, fue educado por Clotaldo, Basilio ordenó le dieran una bebida para que durmiera profundamente y así cuando despertara ya se encontrara en el Palacio, el plan consistía en que si Segismundo reaccionaba como un tirano, lo volverían a dormir y cuando reaccionara estaría nuevamente encadenado en prisión y Clotaldo le iba a decir que todo había sido un sueño. Antes de traer a Segismundo al Palacio, en el Castillo apareció extraviada Rosaura y su ayudante Clarín, la bella Rosaura venía a Polonia en busca de venganza, pues sabía que Astolfo quien era su esposo la abandonó para casarse con su prima Estrella y poder arribar al reinado de Polonia.
Cuando Segismundo se ve siendo Príncipe no lo podía creer, al igual que el Hamlet Shakesperiano duda: Segismundo: “Válgame el cielo, que veo! ¡Válgame el cielo, qué miro! Con mucha duda lo creo. ¿Yo en palacios suntuosos? ¿Yo entre telas y brocados? ¿Yo cercado de criados tan lucidos y briosos? Decir que sueño es engaño: bien sé que despierto estoy. Dadme, cielos, desengaño.” Una vez que supo Segismundo quien era su padre y cuál había sido el origen de haber vivido sin libertad, peor que un animal, no pudo resistir su coraje, actuó violentamente y su padre Basilio lo trató de bárbaro, malagradecido, y apuntó: Basilio: “Y aunque sepas ya quien eres, y desengañado estés, mira bien lo que te advierto: que seas humilde y blando, porque quizá estés soñando, aunque ves que estás despierto.”
Empero, Segismundo como en el mito platónico ya había salido de las cavernas y sabía que existía otra realidad, que la vida era mucho más que sombras, por eso le contesta a su padre: Segismundo: “Sé quién soy, y no podrás, aunque suspires y sientas, quitarme el haber nacido desta corona heredero; y si me viste primero a las prisiones rendido, fue porque ignoré quien era; pero ya informado estoy de quien soy, y sé que soy un compuesto de hombre y fiera.”
Encontrándose en conflicto con su padre y demás habitantes del Palacio, vuelve a entrar a escena Rosaura, Segismundo queda deslumbrado de su belleza, el propio Clarín le pregunta a Segismundo que de todo lo que ha visto después de vivir en el encierro que es lo que más le ha gustado y este le contesta que la belleza de la mujer, al final, Segismundo es dormido y vuelve como prisionero al Castillo, Clotaldo intenta convencerlo que todo lo que él cree que vivió es un sueño, cuando Segismundo es casi convencido que así ha sido, realiza esta hermosa declaración:
Segismundo: “De todos era señor, y de todos me vengaba; sólo a una mujer amaba… Que fue verdad creo yo en que todo se acabó, y esto sólo no se acaba.”
Es decir, posiblemente todo fue un sueño, una ilusión, una fantasía, pero algo de realidad debía tener ese amargo y al mismo tiempo dulce sueño, porque el amor por su Rosaura estaba presente, vigente, real. Mientras esto discutía Segismundo con Clotaldo, el pueblo completo de Polonia supo la historia de su Príncipe ocultado y engañado e iniciará una revuelta para liberar a Segismundo de la cruel e injusta prisión, y lucharán junto a él para derribar el reinado de su propio padre, al momento que el pueblo llega al Castillo (incluyendo a Rosalba) a liberarlo, Segismundo reflexiona sobre el sentido y la realidad de la vida, por ello se pregunta y se responde: Segismundo: “Que es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.”
Vivamos y soñemos, sé que es parte de una ilusión y una ficción, pero acaso, ¿Tenemos algo mejor? Yo quiero a mi Rosaura para tener mayores momentos de certezas.
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