CAJA FUERTE
Covid-19: ¿qué pasará con los paisanos y con las benditas remesas?
Luis Miguel González
Las remesas son la principal fuente de ingresos de 1.7 millones de familias y factor de prosperidad en algunas regiones del país.
Son 36 millones de personas de origen mexicano que viven en Estados Unidos. Muchas de ellas serán afectadas por el Covid-19 en lo laboral y en su salud.
Las remesas aportaron 36,000 millones de dólares en el 2019 y tendrán un bajón en el 2020, como consecuencia del parón económico en algunas de las principales ciudades de Estados Unidos. El tema aún no asoma su rostro en las mañaneras de AMLO ni en los análisis de los expertos, pero ya empieza a notarse en las zonas que viven de las benditas remesas. ¿De qué tamaño será la merma? Estamos ante un asunto de máxima importancia y todo dependerá del tiempo que duren las medidas de excepción; de la profundidad de la crisis económica que viva Estados Unidos y de la afectación que puedan sufrir nuestros paisanos por el Covid-19, porque hay que recordar que muchos de ellos no tienen acceso garantizado a los servicios médicos.
Las remesas importan porque en lo macroeconómico su aportación es superior a los ingresos petroleros y a los del turismo. Con lo que ellas generan se podríCovida comprar una flotilla de 300 aviones como el presidencial que se rifará en septiembre. Ellas son la principal fuente de ingresos de 1.7 millones de familias y factor de prosperidad en regiones completas de estados como Zacatecas, Michoacán, Guanajuato, Jalisco y Puebla.
En enero del 2020, los ingresos por remesas fueron 2,500 millones de dólares. Podemos suponer que en febrero mantuvieron el ritmo. Podemos apostar que a partir de marzo vendrá una reducción significativa, por los controles en la frontera y por las medidas de control sanitario que están implementando en las principales ciudades de Estados Unidos. Son tiempos difíciles para los mexicanos que viven en Nueva York, Los Ángeles, San Francisco, Houston y Chicago. Ellos son parte fundamental de las industria de la construcción, restaurantera y hotelería. Sus ingresos dependen de empresas que viven una situación nunca antes vista.
Son 36 millones de personas de origen mexicano que viven en Estados Unidos. Muchas de ellas serán afectadas por el Covid-19 en lo laboral y en su salud. Lo que les pase a ellas tendrá un efecto en el comportamiento del consumo en México. Aquí y ahora no hablamos de ellas porque estamos llenos de temas urgentes por resolver, la implementación de las medidas relacionadas con la fase 2 del coronavirus en el frente médico y el comienzo de la definición de la estrategia de mitigación del daño económico.
¿Qué se puede hacer para apoyar a las familias que reciben remesas? Son cerca de 7 millones de personas, suponiendo que son cuatro por cada hogar. En promedio reciben 300 dólares mensuales, una cantidad equivalente a 10% de los ingresos totales del paisano que envía las remesas. Las familias receptoras no tienen mucho margen para ahorrar porque utilizan casi todo lo que reciben para la satisfacción de sus necesidades básicas. En otras palabras, viven al día, de acuerdo con diversas encuestas.
Es importante poner en el radar a los receptores de remesas porque es un grupo muy vulnerable a la situación actual. Son 1.7 millones de hogares, aproximadamente, que hasta ahora no han necesitado de los programas públicos. Más bien han sido detonadores de soluciones en las comunidades a las que envían recursos. Forman parte de un circuito económico que genera derrama económica y estabilidad social. ¿Cuántas semanas pueden aguantar los paisanos el coma inducido a la vida económica de ciudades como Nueva York? ¿Cuántos días pueden aguantar sus familias sin recibir remesas? ¿Cómo cambiará la vida de los municipios que viven de las remesas en México? ¿Cuánto tiempo podemos seguir sin hablar de lo que les pasa a ellos, allá y acá?
lmgonzalez@nulleleconomista.com.mx
Tomado de El Economista.