Claudia Peralta Vázquez
26/03/2020, Xalapa, Ver.- Rey Acosta Barradas, académico de la Facultad de Economía de la Universidad Veracruzana (UV), prevé que tras la contingencia por el Covid-19 habrá una recuperación rápida de la economía nacional; sin embargo, por el momento los gobiernos deberán emprender acciones contundentes en apoyo de los sectores más desprotegidos.
También especuló que sin duda habrá un alza en los precios de los productos básicos y de primera necesidad, pues actualmente muchos han ido a la baja ante esta situación de crisis mundial.
El especialista en el área de finanzas públicas y desarrollo económico y con grado de Doctor en Filosofía por la Universidad de Florida, reconoció que la sociedad ha respondido favorablemente a las recomendaciones emitidas en el sentido de no salir de sus casas para así evitar la propagación del coronavirus.
Tan sólo en calles, avenidas, centros comerciales y sitios públicos no hay mucha afluencia de personas, lo cual es bueno en cuestión de contingencia, pero para la economía no pues la falta de consumo genera que no haya empleo, que los taxistas no tengan pasaje y los autobuses estén vacíos, y así sucesivamente pueden citarse muchos ejemplos.
“Esto propicia una enorme caída en la actividad económica y se traduce en desempleo y mayor pobreza, podría decirse que ésas son las consecuencias inmediatas ante la situación que enfrentamos.”
No obstante, advirtió que el pronóstico sería desfavorable si la epidemia obligara a pasar de la fase uno a la fase dos de contingencia, pues el encierro será más fuerte y podría haber toque de queda social donde no se permitirá estar en la calle, todo eso paralizará más la actividad económica.
Acosta Barradas, integrante del Sistema Nacional de Investigadores, destacó que el gobierno federal sí cuenta con acervo de dinero en sus arcas que al final de cuentas se invertiría en importaciones, es decir, en traer productos del exterior.
Por tanto, a nivel macroeconómico y de balanza comercial no habría tanto problema, pero sí afectaría a las familias que viven al día cuyos integrantes serán quienes recientan la crisis económica, sobre todo si se toma en cuenta que México depende mucho de la economía informal.
“Hay muchas familias que van al día, ellos tendrán que salir a la calle esté como esté la situación, se convertirán en un factor de riesgo social, en un vector de diseminación del virus y serán candidatos para enfermarse si pasamos a la fase dos.”
El economista reiteró la necesidad de profundizar y emprender medidas a fin de que la balanza comercial también favorezca a las familias de escasos recursos, ahí está la disyuntiva, agregó.
Es algo en que se debe pensar ya, pues los próximos días son fundamentales, ahorita puede haber muchos infectados que no saben que son portadores del virus, pero en ocho días se manifestará más claramente, advirtió.
En este sentido, habrá empresas que tengan que cerrar y esperar un par de meses a que la situación de emergencia se normalice, lo cual no los llevará a la quiebra; “creo que los empresarios pueden aguantar entre dos o tres meses, más tiempo estarían en una situación de compromiso fuerte”.
Una vez que concluya el periodo de cuarentena, confió en que la reactivación de la economía se normalice; sin embargo, se espera un efecto inmediato de aumento de precios en los productos.
“Ojalá mi pronóstico sea acertado para que no nos cueste tanto la recuperación.”