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Universidad Veracruzana

 Estela Casados González, académica de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV), señaló que en el resguardo domiciliario por el Covid-19 es necesario recordar que el hogar es uno de los sitios más inseguros para las mujeres. 

“Ahí es donde se llevan a cabo agresiones sexuales a niñas y mujeres y feminicidios”, aseveró. 

De esto se le preguntó dada la serie de planteamientos publicados en ese sentido: ONU Mujeres (Organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género) llamó a los gobiernos a financiar estrategias y programas de prevención de violencia y de empoderamiento económico de las mujeres y niñas en respuesta a esta crisis. 

Sostuvo que el impacto económico por el Covid-19 puede dificultarle a una mujer dejar a su pareja violenta, así como aumentar su riesgo de explotación sexual. 

El propio Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) solicitó “reconocer que este fenómeno tiene impactos diferenciados para las mujeres y las niñas que pueden incidir en mayores índices de violencia, por lo que es necesario que las instituciones dedicadas a prevenirla, atenderla y sancionarla refuercen sus medidas de información y de actuación en el marco de sus competencias para mitigar la violencia de género (https://bit.ly/3drryt9)”. 

El Inmujeres citó la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (https://bit.ly/2QLsKOd), concretamente que: en México, del total de mujeres casadas o unidas, 40 por ciento ha sufrido uno o varios tipos de violencia conyugal a lo largo de su vida, lo que indica que la violencia hacia las mujeres en el marco de las relaciones de pareja es un problema de importante magnitud, que puede agravarse ante la necesidad de permanecer en confinamiento en los hogares. 

Para la también coordinadora del Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres de la UV, “el panorama no es halagador. Por ello, citó que la Red Nacional de Refugios ha implementado estrategias para ser contactados; sin embargo, no es así por parte de los tres órdenes de gobierno. 

“Curiosamente, el grueso número de mujeres que habitan este estado no saben si cuentan con un refugio, no saben cómo acercarse a la autoridad; en algunos casos esporádicos las titulares de los institutos municipales de las mujeres están dando a conocer cuáles serían las alternativas.” 

Para ella, en esta contingencia sanitaria es necesario poner atención a la violencia contra las mujeres y las niñas. 

Cabe citar que el Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres seguirá en funciones en esta contingencia. “Nosotras, desde casa, estamos monitoreando diariamente todas las publicaciones de los medios de comunicación, remarcó la entrevistada. 

A propósito de la labor, recientemente el observatorio publicó los datos correspondientes a información generada en enero y febrero de este año, para conocerla ingrese a https://uv.mx/ouvmujeres/ 

Por: Karina de la Paz Reyes Díaz