LO IMPORTANTE, LO QUE VALE MAS
Uriel Flores Aguayo
La crisis de salud y económica que vivimos está en sus fases iniciales aunque se pueden hacer pronósticos de sus efectos mayores a mediano y largo plazo. La perspectiva es más que complicada. En estos momentos lo estamos viviendo en tiempo real, somos protagonistas de los efectos de la pandemia. La parálisis todavía parcial de la sociedad está ocasionando ya problemas graves. De igual tamaño los iniciales tropiezos en el sistema de salud. Cada uno ponemos de nuestra parte en él entendido de que la emergencia nos afecta a todos sin importar nada más que nos estemos moviendo o no. Son impresionantes los efectos de esta amenaza en curso. Nos cambió la vida y ya nada volverá a ser lo mismo. Por el momento lo más importante es detener los contagios y salvar vidas, esas son las prioridades fundamentales y eje de nuestras preocupaciones. Uno cumple con el privilegio consciente del resguardo casero, se informa, comparte notas positivas y opina en la conversación pública. De esas opiniones doy cuenta e inició con lo más positivo: se cuenta con información oportuna y amplia del Gobierno Federal, existe una conciencia extraordinaria de los profesionales de la salud, es aceptable el aprendizaje ciudadano a la luz de lo visto en otros países, son admirables las acciones concretas de muchas personas que brindan solidaridad a la gente que se encuentra en condiciones precarias, en general los medios de comunicación están cumpliendo un papel correcto de comunicación social, los Bancos están apoyando a sus clientes, son vitales los centros de abasto abiertos, es igual de clave la labor de los empleados de limpia publica y los del gas, se incrementaron los trabajadores de entrega a domicilio y se observa la presencia de las fuerzas policiales.
Hay algunos aspectos cuestionables, sin polémica, que deben atenderse: está pendiente la aportación de la Comisión Federal de Electricidad así como los de las Comisiones de agua potable en el sentido de posponer o condonar pagos, no se conocen iniciativas sustanciales de los Representantes Populares, es preocupante que en estos momentos se estén haciendo compras de equipo médico, que apenas se hagan reconversiones hospitalarias, no se comprende porqué razón hasta ahora se están contratando médicos, es más que alarmante que se vean protestas de trabajadores de la salud por carecer de material de protección, una prueba de eso es el retiro de los internos de la UNAM, el POLI y otras Universidades privadas, nos deben llamar la atención algunos saqueos que ya se están dando, habrá que atender con seriedad las manifestaciones desesperadas de ciertos sectores que se quedaron sin trabajo e ingresos, hay un déficit notable en la eficacia de las autoridades municipales y estatales.
No hace mucho el Presidente Obrador ocupó como dos meses para recorrer hospitales del IMSS con la finalidad de sostener «diálogos» con la comunidad médica y saber directamente de las necesidades de los mismos. Desde el anuncio de su aparición transcurrieron dos meses para que se conociera en México el primer caso de portador del coronavirus. Es decir, hubo tiempo y condiciones suficientes para prepararse lo mejor posible en infraestructura, personal y equipo médico. Todo indica que tendremos problemas para enfrentar la pandemia, más si no cooperamos socialmente. El panorama económico es desolador, vamos a una crisis de gran envergadura. No parece adecuada la postura del Gobierno Federal. Hay una especie de línea en sentido contrario a las determinaciones del resto del mundo. Urge una convocatoria amplia y unitaria desde el Gobierno federal. Nos hace mucha falta un mejor ambiente público, sin demagogia y oportunismos. Son tiempos extraordinarios que ameritan grandeza de los líderes políticos y los factores de poder. La ciudadanía debe hacer su parte desde luego, cooperando con disciplina. Hay que evitar a toda costa que la crisis de salud sea a la vez económica, política y de gobernabilidad. Deben atenderse con celeridad las expresiones de descontento e impulsar programas para defender los empleos, el abasto y los servicios esenciales.
Recadito: las crisis sirven, entre otras cosas, para ver el tamaño de los gobernantes.