Los hospitales privados del País plantearon poner a disposición del Gobierno federal sus 10 mil camas de hospitalización y 700 de terapia intensiva para la atención de los enfermos por el Covid-19 u otros padecimientos ante la actual emergencia.
«¿Qué es lo que nos falta para establecer una alianza clara con el sector público? El definir un mecanismo de cómo prestar los servicios y cuál sería la contrapuesta económica para poder operar», indicó en entrevista.
Mario González, de la Asociación Mexicana de Hospitales Privados, reconoció que actualmente negocian con el Gobierno federal el esquema de pagos o de compensación.
«Hemos hecho algunos análisis donde nosotros queremos trabajar a costo, sin ganar absolutamente nada, solo se quiere salir con los gastos», señaló.
González explicó que están formando mesas de trabajo para poder encontrar algún punto de acuerdo.
«Estamos abiertos a cualquier esquema de colaboración, ya sea cirugía, pacientes con algunos otros padecimientos, claro que estamos abiertos y, de hecho, ya estamos colaborando con los Institutos de Nutrición y con el INER», refirió.
Torre detalló que, por ejemplo, datos del IMSS establecen que un paciente en terapia intensiva en un hospital de tercer nivel cuesta 49 mil pesos por día, mientras que en uno privado sería de hasta 50 por ciento más.
«Si buscamos una estrategia adecuada de financiamiento de esos servicios, los pacientes que no tienen ningún otro mecanismo de seguridad social o seguro privado pueden atenderse en estos hospitales», aseguró.
Agregó que los hospitales privados han tenido un descenso importante de la carga no urgente.
«Estamos operando a una capacidad muchísimo menor porque la gente ha diferido todo lo que no es urgente y esencial. Eso significa que si tienes un hospital de 100 camas, sólo tienes ocupadas 30 y quedan 70 que, con una estrategia adecuada de reconversión, puedes utilizar para este aumento importante de enfermedades respiratorias», dijo.
Al respecto, González señaló que, en colaboración con el Consorcio Mexicano de Hospitales, las asociaciones de hospitales de Mexicali, Sonora y Jalisco, así como los clusters de servicios médicos de Monterrey y Querétaro, se realiza un levantamiento de información para conocer la capacidad hospitalaria de todas las unidades.