Los precios del crudo estadounidense cayeron este lunes a su nivel más bajo en la historia, debido a que los inversionistas continúan preocupados por una caída más fuerte y prolongada en la demanda petrolera debido a la pandemia de coronavirus.
El precio del contrato de futuros de petróleo más cercano, que vence este martes, fue el más afectado, separándose de los contratos de futuros del mes posterior con una caída de más del 90 por ciento. Esto sugiere, comentan los analistas, que algunos creen que podría haber una recuperación más adelante en el año.
El crudo West Texas Intermediate para entrega en mayo se derrumbó 92 por ciento o 16.76 dólares, para situarse en 1.38 dólares por barril, su nivel más bajo registrado en la historia.
La caída del WTI, a 2.24 dólares por barril, llevaría a la mezcla mexicana a terreno negativo si toman como referencia, como de costumbre, el contrato activo que en este caso sería el de mayo, dijo Gabriela Siller, analista económica y financiera de Banco Base.
En este contexto, el contrato WTI de junio, que vence el 19 de mayo, cayó alrededor del 10 por ciento a los 22.54 dólares por barril, mientras que el el contrato de julio fue 5 por ciento más bajo y cerró en 28 dólares por barril.
“El precio futuro de junio del petróleo no ha caído tanto en comparación al de mayo. Esto es evidencia de que los operadores están tratando desesperadamente de deshacerse del contrato para que no les entreguen en físico pues no hay capacidad de almacenamiento”, añadió la especialista.
Mientras tanto, el índice de referencia internacional, el crudo Brent, que ya alcanzó el contrato de futuros de junio, se negoció 6.2 por ciento abajo, y se situó en 26.35 por barril.
El contrato de mayo de futuros del WTI que vence este martes fue el más afectado en la jornada de este lunes, ya que aplica al combustible que se entregará, mientras que la mayor parte del país permanece bloqueado gracias al coronavirus.
Hay, además, poca demanda de gasolina de las refinerías, y los tanques de almacenamiento en Estados Unidos se están acercando a sus límites. En abril la demanda de crudo disminuyó hasta un 40 por ciento y la capacidad para guardar crudo en esa nación creció un 10 por ciento en un mes. En el punto de entrega de la materia prima, Cushing, Oklahoma, ya se emplea el 72 por ciento de su aforo.
La producción de EU se mantiene en 12.4 millones de barriles diarios, una cifra elevada para la capacidad de almacenamiento y, a partir de junio, elevará el riesgo de que se observen precios negativos.
La semana pasada, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) calificó 2020 como “el peor año de la historia para el petróleo” y se refirió al presente mes como “abril negro”, alertando, además, de que el exceso de oferta pondría a prueba la capacidad mundial de almacenar crudo, con el riesgo de que la saturación en algunos yacimientos obligue a parar la producción.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus países aliados, encabezados por Rusia y a los que pertenece México, recortó hace un par de semanas su producción en 9.7 millones de barriles diarios a partir de mayo, pero no ha mitigado la ocupación de espacio en los toneles de las naciones productoras, particularmente el caso en regiones sin acceso al mar en lugares de América del Norte o Rusia.
Una vez que el almacenamiento local está saturado, si no hay medios para acceder directamente a los mercados internacionales, la producción debe detenerse. Los productores de crudo del oeste de Canadá, así como algunos productores de shale oil (petróleo de esquisto) en los Estados Unidos, también enfrentan hoy estas limitaciones”, sentenciaba la AIE en un informe de la semana pasada.