Marco Fernández, académico del Tecnológico de Monterrey e investigador de México Evalúa, consideró que ha sido una actitud poco correcta de la Secretaría de Educación Pública poner fechas para el regreso a clases, cuando no hay información certera sobre contagios de Covid-19.
«El regreso a clases el 17 de mayo en poblaciones donde se dice no hay contagio, o el primero de junio, es una afirmación osada de la Secretaria de Educación, cuando la autoridad de salud llamó a seguir con las medidas de sana distancia y ha explicado que no se ha frenado la curva de expansión del contagio.
» No hay certeza en la información de los municipios sin contagio, porque las autoridades estatales tienen otros datos, cómo entonces bajo esas circunstancias se va a atrever la autoridad a abrir escuelas. A mí me parece francamente irresponsable hacer una afirmación de esa naturaleza», declaró el especialista en temas educativos.
Indicó que México optó por no aplicar un número elevado de pruebas y el seguimiento epidemiológico se dio con el método centinela, con cálculos de posibles contagios.
Destacó que en otros países con sistemas de salud más robustos y que apenas van saliendo de las curvas altas de contagio, aún no determinan cuándo podrá ser el regreso a clases.
Fernández citó el caso de Alemania, cuyo ministro de Salud dijo recientemente que no tenía la suficiente información para decidir sobre la reapertura de escuelas.
Agregó que la autoridad pone fechas de regreso a clases sin atender el hecho de que se deben buscar las formas de cómo compensar los aprendizajes no adquiridos, no sólo en el ciclo escolar que quede sino en el siguiente.
Opinó que se necesita abordar el problema desde la realidad de lo que sucede, como es reconocer que con dificultades se puede aplicar el método de aprendizaje en casa vía remota.
«Hay que ser realistas, no estar en el optimismo infundado ni en el pesimismo catastrofista, se necesita la realidad para poder ver todos los aspectos, de que no se va a poder cumplir con la currícula, pero que tampoco se tiene que cancelar el ciclo escolar. Lo que se necesitan son estrategias para tener los aprendizajes no aprendidos, y si no lo reconocen es más difícil», mencionó el profesor de la escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey.