De los Ángeles a los Demonios
Dra. Denisse de los Angeles Uribe Obregón
Magistrada del H. Tribunal Superior de Justicia
Día de la tierra: proteger nuestro planeta
El pasado 22 de abril se conmemoró como cada año desde 1970 el día internacional de la madre tierra con el objetivo de crear conciencia en la población sobre la interdependencia existente entre todos los seres vivos y nuestro planeta.
A pesar de que esta conmemoración se originó desde hace cincuenta años, su reconocimiento formal se estableció en 2009, a través de una resolución adoptada por Naciones Unidas.
Este día internacional coincide con la celebración del cuarto aniversario de la firma del Acuerdo de Paris sobre el cambio climático, que tiene por objetivo comprometer a los países a limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2°C por encima de los niveles preindustriales, además de impulsarlos en la articulación de esfuerzos que mitiguen los impactos negativos en sus territorios.
De acuerdo con Naciones Unidas, la conmemoración del día internacional de la madre tierra tiene como antecedente los movimientos realizados en 1970 en Estados Unidos como respuesta a los derrames de petróleo, el smog y la contaminación de los ríos.
La presión ejercida a través de este movimiento que contó con la participación de más de 20 millones de personas, obligó a los gobiernos a tomar medidas para proteger el planeta, pues hasta antes de estos acontecimientos, el tema no se consideraba prioritario en la agenda pública.
La coordinación de esfuerzos a nivel internacional se remonta a 1972 con la realización de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada entre el 5 y el 16 de junio en Estocolmo.
Para dar seguimiento a los acuerdos establecidos por esta Conferencia se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el cual además de promover el cuidado del planeta, se encarga de la elaboración del marco jurídico internacional para su protección.
El derecho internacional medioambiental se ha fortalecido en las últimas décadas, pues han sido celebrados importantes tratados internacionales como resultado de numerosas cumbres y conferencias, en las cuales el Estado mexicano ha tenido una participación activa.
Dentro de los instrumentos internacionales ratificados por México y por ende de observancia obligatoria en nuestro territorio destaca la Carta Mundial de la Naturaleza, proclamada el 28 de octubre de 1982 que tiene por objeto lograr que se respeten los recursos terrestres, marinos y atmosféricos.
Otro importante documento suscrito por nuestro país es la Agenda 2030, plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que busca lograr el desarrollo sostenible en tres dimensiones: económica, social y ambiental.
Recientemente Naciones Unidas reconoció la incorporación de México al Acuerdo Regional sobre el Acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales, también conocido como el Acuerdo de Escazú.
Este acuerdo se destaca por ser el primer tratado regional ambiental de América Latina y el Caribe y el único en su tipo que promueve la protección de los defensores de derechos humanos en asuntos ambientales, documento crucial para hacer frente a los desafíos que enfrenta nuestro país, toda vez que con base en el informe del Centro Mexicano de Derecho Ambiental la situación que viven los defensores de la naturaleza en territorio mexicano no es sencilla.
Por cuanto hace al ámbito interno, México cuenta con legislación vigente que tiene como objetivo la protección y cuidado del planeta, dentro de estos dispositivos se encuentran los siguientes: la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, Ley General de Vida Silvestre, por citar algunos ejemplos.
Es urgente que el Estado mexicano ponga en práctica lo establecido por los tratados internacionales y por la legislación nacional a través del diseño e implementación de políticas públicas que promuevan el cuidado al medio ambiente, mientras que nosotros como ciudadanos debemos asumir el deber y compromiso moral de cuidar nuestro planeta, para lo cual es necesario implementar hábitos que reduzcan la contaminación.
Debemos tomar medidas urgentes que aseguren la conservación de la tierra y por ende la preservación de la raza humana, pues es el único hogar que tenemos, por lo que protegerlo es nuestra responsabilidad.