COLUMNA INVITADA
El consumo privado, como porcentaje del PIB, disminuirá
Eduardo Ruiz-Healy

El Producto Interno Bruto (PIB) es la suma del valor de todos los bienes, servicios e inversiones que se producen en un territorio durante un periodo determinado; contabiliza sólo los bienes y servicios finales; suma los bienes y servicios producidos dentro de un territorio; es la suma del consumo privado, la inversión productiva de las empresas, el gasto público y el saldo de la balanza comercial (exportaciones menos importaciones).

El consumo privado mide el valor total de los bienes y servicios que los hogares adquieren en un periodo determinado.

Las anteriores definiciones vienen al caso porque durante las últimas semanas se ha comentado bastante sobre cómo la crisis económica global, agravada por la pandemia de coronavirus afectará actividades que contribuyen de manera importante al PIB del país, entre ellas, la industria automotriz, que aporta 20% del PIB; el turismo, que aporta casi 8.7%; las remesas que envían a México quienes viven en Estados Unidos, que si bien sólo aportan 2.7% del PIB, son las principal fuente de divisas del país, por encima del turismo y la exportación de petróleo.

De lo que se ha comentado muy poco es sobre el consumo privado, que contribuye aproximadamente 65% del PIB y que sin lugar a dudas se verá muy afectado por la crisis, tal como ha sucedido en anteriores caídas de nuestra economía.

Viajemos brevemente al pasado.

En los 60 años trascurridos desde 1960 al año en curso, el consumo privado como porcentaje del PIB alcanzó su punto más alto precisamente en 1960, cuando fue 77.21 por ciento.

Sufrió ligeras bajas y después de 1973, cuando fue de 70.48%, empezó a desplomarse debido a las políticas populistas de Luis Echeverría y José López Portillo.

En 1977, después de la devaluación de 1976, disminuyó a 66.31% y seis años después, en 1982, debido a la crisis que en gran medida causó la impagable deuda externa contraída por las empresas que eran propiedad del Estado, cayó a 57.97%, el nivel más bajo dentro del periodo 1960-2020.

En 1982 llegaron al poder los tecnócratas neoliberales y en 1988, al concluir el gobierno de Miguel de la Madrid, el consumo privado aportó 68.21% al PIB, poco más de 10 puntos porcentuales arriba que cuando López Portillo dejó quebrado al país.

En 1992, el porcentaje alcanzó 71.9% y en 1994, al concluir su gestión Carlos Salinas, era de 68.63 por ciento.

Por el error de diciembre de 1994, el porcentaje bajó a 66.23% en 1995 y a partir de ese año fue aumentando hasta llegar a 70.23% en el 2004, cuando gobernaba Vicente Fox. De nuevo empezó a descender a partir del 2005 y al concluir Felipe Calderón su gobierno en el 2012 era de 64.72 por ciento. Seis años después, al terminar el sexenio de Enrique Peña Nieto, seguía casi igual: 64.77 por ciento.

Los porcentajes antes anotados sólo indican qué tan importante ha sido el consumo privado durante los últimos 60 años, pero de ninguna manera nos dicen quién lo realizó. Otros indicadores muestran que conforme pasaron los años fue hecho por las clases más pudientes del país.

El porcentaje seguramente se reducirá en el 2020 porque los hogares se verán obligados a reducir su consumo como consecuencia de la pandemia y el mal estado de la economía mexicana y de la global.

Habrá que ver por cuánto, según los economistas.

Facebook: Eduardo J Ruiz-Healy

Instagram: ruizhealy

Sitio: ruizhealytimes.com

Tomado de El Economista