Aunque parezca, no se trata de un tema menor. Es que acaso se han preguntado alguna vez cómo le hace para sobrevivir un mexicano en suelo extranjero, por ejemplo, New York, la ‘Gran Manzana’, en medio de la modernidad más absorbente, más asfixiante, de un modo de vida acelerado y trémulo, con un idioma ajeno, que desconoce, que no habla y con una calidad migratoria irregular. Y es que en New York, por ejemplo, la también llamada ‘capital mundial’, vive una comunidad importante de poblanos de origen otomí y mixteco, que apenas medio hablan el español, a los que les ha costado mucho sobrevivir en un ambiente totalmente ajeno y en muchos casos hasta hostil, en donde el choque cultural y sociológico ha sido inevitable, y la lucha por la supervivencia ha sido difícil, bueno pues hace poco, el periodista León Krauze entrevistó a algunos mexicanos radicados allá y se sorprendió al saber que alguien que les ha permitido sobrevivir a las condiciones más severas de aquel lado, el que les ha inyectado la fuerza y el valor suficiente para aguantar y no quebrarse ante la lejanía del terruño, de la familia y de las costumbres ha sido Vicente ‘Chente’ Fernández. Escucharlo entonar ‘El rey’, ‘Urge’, ‘Mujeres divinas’ y todo el amplio repertorio de canciones del hijo predilecto de Huentitlán, Jal., ha sido el bálsamo que los ha reanimado a tal grado que cuando muchos han estado al punto del desfallecimiento, el solo escucharlo entonar con tanto sentimiento la música mexicana como lo hace Vicente, ha sido como volver imaginariamente a la tierra que los vio nacer para continuar adelante. Alguna vez un estudioso deberá hacer un análisis con todo el rigor científico y sociológico del papel que ha jugado la música de ‘Chente’ en el fervor nacional de los mexicanos. Vamos a extrañar al gran ‘Chente’, ante su retiro definitivo de los escenarios. Por cierto, acaba de salir del hospital. Lo escribíó Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.