Inmóviles
La paz fomenta las opciones fáciles; las opciones fáciles promueven la mala política; la mala política amenaza con el desastre.
David Runciman
Profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Cambridge
Los tiempos de crisis son los que miden el calibre de las administraciones, ya que en ellas radica la capacidad de innovar, con empatía y mucho talento al servicio del pueblo. En términos prácticos, sacar talento es reflejo del verdadero amor al país.
Pero para que esa virtud se dé, no surge la noche a la mañana, es preciso tener como antecedente el estudio, la vinculación local e internacional, no nos podemos mantener aislados, ya que la experiencia histórica nos ha demostrado que son las buenas prácticas las que nos permiten aprender de errores de los otros para avanzar más y mejor.
Hoy, encontramos una sociedad fracturada, lo que es una señal de una sociedad distraída. No sé si quienes me distinguen hoy con su lectura, coincidan, pero después del confinamiento nada volverá a ser igual.
Durante mucho tiempo, principalmente a los países latinoamericanos nos han vendido manuales, sobre cómo se deberían hacer las cosas, privándonos de criterios propios para que en el seno de nuestros albores pudiéramos lograr un desarrollo que generara equilibrio político con redistribución de ingresos.
Lamentablemente, esa situación no se ha dado, y ahora teniendo al confinamiento como elemento central, que lleva la batuta en la capacidad para movilizarnos, se torna aun más complicado.
Para México, el desplome de venta de autos en un 64.5% en abril, significa la peor caída desde que se tiene registro. La desocupación de 346 mil empleos en el último mes, que por cierto son casi el mismo número de empleos generados en el año pasado, la caída de la inversión, la baja en los ingresos fiscales, la ruptura de las cadenas de suministro, aunado a la parálisis política en la generación de nuevas expresiones políticas, fundan un ambiente tétrico.
No será, sino a través de la política como podamos salir adelante, pero me refiero a política como el arte de hacer las cosas posibles, no politiquería donde se resaltan las rivalidades de partidos.
Digo que es la política, ya que esta es cuestión de ahora o nunca. La política no puede reducirse a un conjunto de instituciones; la política precede a las instituciones y también surge de ella, es decir, la respuesta el redireccionamiento de la nueva economía, no se encuentra en modelos del pasado, ya que el COVID-19 es un hecho sin parangón, que ha puesto los precios del crudo en negativo y al mundo en resguardo en sus hogares.
Es la innovación la que nos puede romper la inmovilidad en la cual nos encontramos, la que nos ayude a que quieres hoy no saben que llevar a su casa para alimentar a sus familias, encuentren algo más que una despensa, que, si bien apoya, en el mediano plazo, no resiste.
Por esta razón, en principio, se requiere que quieres conducen busquen reconfigurar los acuerdos menos orientados al control político y más hacia el servicio popular, ello requerirá permeabilidad social, pero vale la pena.
Ya que si bien, la ley es el contexto institucional de actuación en el que siempre nos movemos, de no adaptarlo se continuarán presentando expresiones antijuridicas, solo como dato, 2 mil 492 víctimas de homicidio doloso en abril, siendo el tercer mes más violento desde que el gobierno federal inició su conteo.
Lo anterior nos refrenda que hay que innovar, pero para ello es preciso sumar talentos individuales para juntos generar sinergia. Y en ese apartado hay un vacío, nos sigue faltando el mensaje de unidad.