La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) celebró la decisión del Consejo de Salubridad General de considerar a las industrias de la construcción, minería y fabricación de autotransporte como actividades esenciales; sin embargo, aseguró que, si hubieran sido convocados en su papel de vocal auxiliar, también hubieran pedido incluir a la industria cervecera.
El empresario comentó que Canacintra es vocal auxiliar, junto a la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), por parte del sector privado; al igual que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la academia de medicina, del Consejo de Salubridad, que si bien no tienen voz, si tienen voto y pueden opinar junto el Gabinete del Gobierno y el rector de la UNAM, Enrique Luis Graue Wiechers.
“Vemos con muy buenos ojos que se hayan reactivado estos sectores por diversas razones. En el caso del sector automotriz, porque estábamos en riesgo de perder las cadenas de valor con América del Norte; la construcción es el que más ha resentido la pérdida de empleos, una caída de 15 por ciento en su PIB, además que ya venía cayendo desde hace 21 meses. Y la minería era de los grandes afectados en cuanto a empleos en marzo y abril”, explicó.
Enoch Castellanos puntualizó que también ven positivo la apertura de “los municipios de la esperanza”, que representan 10 por ciento del total en el país, aproximadamente; a partir del próximo 18 de mayo.
No obstante, manifestó que hubiera sido idóneo que se convocaran a los vocales auxiliares cuando tomó la decisión el Consejo de Salubridad General, pues hubieran solicitado que se incluyera a la industria cervecera, pues este producto en el ramo artesanal se encuentra en riesgo de cerrar.
“Se están produciendo importaciones, cosa que pareciera un contrasentido dado que México es un gran exportador de cerveza y que esta actividad es considerada agroindustrial en muchos países del mundo, por eso no pararon”, destacó el presidente de Canacintra.
Añadió que si hubieran sido convocados también hubieran puesto sobre la mesa la necesidad de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) de reaperturar. Señaló que además de no tener liquidez y tener que recortar personal, éstas deberán invertir en la sanitización de sus negocios, por lo que se va a incentivar a que muchas decidan no abrir.
El observatorio MIPyme de Canacintra, que encuestó a dos mil 748 empresarios, de los 52 mil 300 que conforman la Cámara, reportó que 95.70 por ciento ha parado actividades de su empresa a partir de la Fase III de la emergencia sanitaria.
Otro 58 por ciento informó que disminuyeron sus ventas entre 70 y 100 por ciento a partir de abril; mientras que 87.30 por ciento consideró insuficientes los apoyos del Gobierno federal, y 49.79 por ciento percibe lo mismo, pero con las autoridades locales.