DIEZ AÑOS DE LIBROS, ARTÍCULOS Y CONTINUAMOS… (III)
“La Chunga.”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
Dentro del recorrido literario que se ha realizado en esta década, recuerdo que el mes de marzo de 2016 lo dediqué a conmemorar los ochenta años de vida de Mario Vargas Llosa, y fue en este ciclo literario cuando leí su novela: “La casa verde”, considerada una de las novelas más exquisitas en su estructura y forma, ejemplo es que un capitulo se divide en cuatro subcapítulos y en cada subcapítulo se narran cinco historias, y conforme se va avanzando en los capítulos, las historias y los personajes se van relacionando y al final Vargas Llosa logra tener una obra uniforme a pesar de la gran diversidad de historias, anécdotas y personajes.
Alrededor del universo que integra “La casa verde” aparecen algunos personajes y lugares que se han vuelto enigmáticos y simbólicos en toda la obra del escritor peruano, personajes como Lituma, la Chunga, el grupo llamado los inconquistables integrado por El Mono, José, Josefino, el propio Lituma, así como la ciudad de Piura, Perú, aparecen en posteriores obras Vargasllosiana ya sea a través de: “La Historia de Mayta, ¿Quién mató a Palomino Molero?, Lituma en los Andes” y en este ocasión continuaremos conociendo el extraordinario mundo literario de Vargas Llosa presentando la obra teatral: “La Chunga”.
Cada obra de teatro Vargasllosiana es relativamente pequeña, no obstante, una de las virtudes que inmediatamente se percibe es la gran variedad de temas que aborda en sus piezas dramatúrgicas, en “La Chunga” nos encontraremos con el machismo, la prostitución, las soledades, los deseos, el amor, la amistad, la condición de la mujer en una sociedad incivilizada, bárbara, violenta, la homofobia, en fin, ingresar al universo de la pieza teatral es adentrarnos a una problemática que en muchos sectores de nuestras sociedades siguen vigentes, y esto lo podremos comprobar conociendo parte de la historia narrada en “La Chunga”.
Los personajes son: “La Chunga, Meche, Los inconquistables integrados por: El Mono, José, Josefino y Lituma.” Toda la historia sucede en la ciudad de Piura, Perú, en un Bar-Restaurante donde la dueña es La Chunga, quien es descrita como una mujer de duras facciones, espigada, muy enérgica, no hay borracho que no la respete e incluso le tema y eso que al bar llegan todo tipo personas desde trabajadores de la construcción, vagos, jugadores y malvivientes, pero, aun así, La Chunga por su recio carácter mantiene orden en el bar.
Uno de los clientes permanentes de La Chunga es el grupo de los inconquistables, estos jóvenes nunca han trabajado, viven del juego, de explotar a sus mujeres, tienen un coro que con orgullo cantan cuando están bebiendo y por el que son conocidos en la sociedad piurana: “Somos los inconquistables, Que no quieren trabajar: Sólo chupar, solo vagar, sólo cachar. Somos los inconquistables y ¡ahora vamos a timbear!”
En una ocasión los inconquistables se encontraban jugando a los dados, de pronto Josefino llegó al bar con su actual novia llamada Meche, esta mujer es descrita como guapa y muy atractiva físicamente. La Chunga quien recordemos es una mujer rígida e insensible cuando vio a Meche quedó impactada de su belleza, fue tanta la impresión que le provocó Meche que todos los inconquistables descubrieron que La Chunga era “marimacho”, y no es que La Chunga lo anduviera ocultando o negando, sólo que jamás nadie la había conmovido tanto como lo hacía la bella e imponente Meche.
La Chunga inmediatamente intentó agradar a Meche mientras los inconquistables jugaban y tomaban cervezas, entre La Chunga y Meche se dio el siguiente dialogo: “La Chunga: (Alcanzándole el vermouth que le ha preparado.) A ese le gustan todos los vicios. Es el peor sinvergüenza que ha parido madre. ¿Qué le has visto? ¿Qué le ven las mujeres a semejante vago? Dime Meche ¿Qué tiene? Meche: (Entre ruborizándose y jugando a ruborizarse.) Qué va a ser, pues. Tiene… labia, sabe decir cosas bonitas. Y, además, es buen mozo, ¿no? Y, también, también. Bueno, cuando me besa y me hace cariños, tiemblo, veo estrellas. La Chunga: (Con una sonrisa burlona.) ¿De veras te hace ver estrellas? No. No entiendo. No puedo entender que una mujer tan bonita como tú se enamore de un pobre diablo así. (Muy seria.) ¿Sabes lo que te espera con él, no? Meche: Yo no pienso nunca en el futuro, Chunga. El amor hay que tomarlo como es. Una felicidad de ahora, de este momento. Y sacarle el jugo mientras dure. (alarmándose súbitamente.) ¿Qué me espera con él? La Chunga: Te hará ver estrellitas en tiempo más. Y, luego, te meterá a la Casa Verde para que lo mantengas puteando.”
Mientras La Chunga intentaba agradar y seducir a Meche, Josefino perdía todo su dinero en apuestas, Meche fue clara y directa con La Chuna diciéndole que amaba a Josefino y que por él haría todo lo que pudiera e incluso ella estaba segura que Josefino nunca se cansaría de ella, La Chunga le contestó que en el poco rato que tenía en el bar ha visto como la manipula y maneja como a un dedo, Meche respondió que le da gusto hacer todo lo que le pide Josefino, que para ella eso es un acto de amor, de entrega, y fue en este momento que Josefino se acercó a las dos mujeres para comentarles lo siguiente:
“Josefino: (Dando unos trancos firmes, se acerca a la Chunga. Luce la expresión de hombre dispuesto a cualquier extremo con tal de satisfacer su capricho.) Necesito tres mil soles para parar ese pozo, Chunguita. La Chunga: Sabes que yo no presto un céntimo ni muerta. Josefino: Tengo una prenda que vales más que los tres mil soles que te pido. (Coge a Meche por la cintura.) Meche: (Tomándolo a broma y no, sin saber muy bien cómo reaccionar.) ¿Qué estás diciendo? La Chunga se echa a reír. Josefino sigue muy serio. Los inconquistables han quedado mudos, las cabezas alargadas, intrigados por lo que ocurre. Josefino: (A la Chunga.) Es inútil que disimules, Chunga. Desde que la viste me di cuenta que se te cayó la baba por Meche. ¿Qué dices? Meche: Pero, Josefino, ¿te das cuenta lo que me estás pidiendo? ¿Qué crees que soy yo? La Chunga: (Burlona, a Meche.) Ya ves, no era cierto que harías cualquier cosa que te pidiera este bandido. Josefino: (Abrazando a Meche.) ¿Eso dijiste? entonces, es cierto. (besa a Meche). Yo a ti te quiero. Tú y yo estaremos juntos hasta que el mundo se acabe. No llores, tonta. (A la Chunga) ¿Qué dices? La Chunga: (Se ha puesto muy seria. Larga pausa.) Que diga ella, con su propia boca, que acepta. Que diga que desde este momento hasta que salga la luz del día hará todo lo que yo quiera. Josefino: (A Meche.) No me falles ahora. Te necesito. Ella no te hará nada. Es una mujer, qué puede hacerte. Dilo.”
¿Cuál será la decisión de Meche? Tal vez, en algunos momentos los temas abordados pueden parecer indignantes, sin embargo, son historias reales que han pasado en Piura y en cualquier lugar de nuestras sociedades machistas, bárbaras e ignorantes, pero mientras la civilización nos llega, La Chunga espera la decisión de Meche lamiéndose los labios.
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