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Universidad Veracruzana

En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, instaurado el 5 de junio por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Facultad de Pedagogía de la Universidad Veracruzana (UV) realizó el conversatorio virtual Aprendizajes y acciones a seguir por un mundo sostenible después de la pandemia”. 

La primera mesa de este espacio de diálogo y reflexión, donde se compartieron experiencias de investigación y trabajos propios del aula, la academia y el activismo social, fue moderada por Luis Alberto Montejo Sánchez, coordinador de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) sede Huasteca, e Imelda Torres Salazar, académica de la Licenciatura de Gestión Intercultural para el Desarrollo de esta entidad académica. 

Cabe mencionar que este conversatorio fue impulsado por el cuerpo académico (CA) Educación y Equidad, de la Facultad de Pedagogía. 

Participaron Carlos Menéndez Gámiz, especialista en Bioeconomía y Agronegocios del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)María de los Ángeles Silva Mar, coordinadora de la Maestría en Gestión del Aprendizaje de la Facultad de Pedagogía región Poza Rica-Tuxpan, y Jorge Cortés Carreño, académico de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh). 

Carlos Menéndez compartió el tema “Perspectiva de la bioeconomía en Latinoamérica”, donde destacó que a 46 años de la conmemoración por el Día Mundial del Medio Ambiente, esta fecha (el 5 de junio) debe servir para analizar e identificar las posibles rutas de solución a los variados compromisos que a nombre del medio ambiente limpio se han tomado de forma constante. 

Subrayó que por bioeconomía se entiende el uso intensivo de conocimientos sobre los recursos, los procesos, tecnología y principios biológicos para la producción sostenible de los diversos bienes y servicios en todos los sectores de la economía. 

Lo anterior quiere decir que en este concepto bioeconómico se reconocen básicamente seis grandes ejes o dimensiones: la biodiversidad, uso ecointensivo, bioenergía, biotecnología, articulación productiva y bienes ecosistémicos. 

El investigador y especialista en desarrollo rural y urbano, destacó que el pensamiento bioeconómico indica que para 2050 habrá más de nueve mil 500 millones de habitantes, y para 2100 alrededor de 12 mil millones, lo cual implica un gran esfuerzo para mejorar la relación entre la sociedad y el medio ambiente. 

Estas acciones y objetivos deben ir encaminados a sustituir la matriz energética fósil por otras fuentes, incrementar los rendimientos agroalimentarios, la eficiencia productiva de tierra y agua, reducir, reutilizar y reciclar los residuos, incrementar capacidades de gestión científica, tecnológica y de innovación, así como el empleo y el ingreso dignos. 

Por tanto, la bioeconomía se concibe como un gran marco que contribuye al desarrollo de las políticas orientadas a impulsar el medio ambiente en América Latina y el Caribe, a partir del consumo y la producción de bienes y serviciosdel uso directo y transformación sostenible de recursos biológicos incluyendo los desechos biomásicos que se generan en su transformación, producción y consumo. 

Agregó que en la postpandemia, el pensamiento bioeconómico se presenta como una alternativa para el bienestar de la población que puede contribuir al logro de los 17 objetivos y 169 metas de la Agenda 2030, con tareas urgentes para abatir la pobreza, luchar contra el hambre y la desigualdad, con una educación para la sostenibilidad que promueva el consumo responsable, cuide y garantice la recuperación de los ecosistemas marinos y terrestres. 

María de los Ángeles Silva impartió la charla “No dejes para mañana lo que puedes aprender y hacer hoy” y habló de la pérdida de la biodiversidad, tema al cual hace referencia la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente de este año. 

La integrante del CA Innovación Educativa y Sustentabilidad, resaltó la problemática generada por la pandemia donde la vulnerabilidad es más notoria en países como México, debido a la fragilidad del sistema de salud. 

También, mencionó la progresiva tendencia de destrucción de la naturaleza; las amenazas climáticas como las inundaciones y la pérdida alarmante de la biodiversidad en Veracruz. 

La psicóloga educativa y Doctora en Gestión Ambiental para el Desarrollo dijo que, en el caso de las inundaciones, se habla de un modelo pedagógico con énfasis en procesos de resiliencia comunitaria y en una serie de estudios y acciones que ha involucrado profesores y estudiantes. 

Por tanto, se han hecho estudios desde el nivel básico, preescolar, primaria, secundaria, nivel medio superior. Además, hay trabajos a nivel de licenciaturaposgrado y a nivel poblacional. 

En este tenor, expuso que uno de los principales desafíos de los profesores consiste en generar aprendizajes que realmente se traduzcan en acciones concretas por un mundo sostenible después de esta pandemia. 

Con el tema “Una ética de la responsabilidad ambiental”, Jorge Cortés resaltó que lo que actualmente enfrenta la humanidad es sólo un síntoma de la depredación y la forma en cómo se ha manifestado de forma general. 

El Maestro en Sociología Rural y Doctorado en Ciencias Agrarias, puntualizó que la ética pareciera ser, incluso, dentro del ámbito académico, materias de relleno como si no tuvieran sentido. 

“El sentido de la ética es algo que no funciona en una realidad concreta como la nuestra.” 

Aseveró que las manifestaciones a nivel mundial no son más que el reflejo de una sociedad molesta por un accionar de quienes mandatan y determinan el rumbo y la vida de todos. 

En este sentido, se tendría que pensar en un proceso de regresar a la dinámica de la ética para comprender y vivir en un mundo diferente. 

En dicho conversatorio también se contó con la participación del Departamento de Sociología Rural de la UACh, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).