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La Razón Online

Sea cual sea la razón, hay ocasiones en las que un auto llega a estar varios días estacionado, situación que puede acarrear problemas una vez que se mueve.

Ya sea que se hayan hecho o no labores preventivas, la vuelta a la circulación hace obligatorio realizar algunas acciones básicas de mantenimiento del automóvil antes de volver a circular, poniendo atención especial a las llantas, ya que son pieza clave en la seguridad.

Aunque la presión del aire y el estado general son los dos puntos esenciales que se deben tomar en cuenta para mantener en estado óptimo los neumáticos del vehículo, no son los únicos.

A continuación, algunos de los aspectos que también se deben tener en cuenta.

Lo ideal hubiera sido mantener elevado el automóvil durante el largo periodo de inactividad para evitar que los neumáticos hayan soportado peso excesivo en la misma área; sin embargo, esta tarea puede resultar complicada o imposible.

Tener un vehículo en la misma posición durante varios días puede hacer que se desarrollen parches planos, también conocidos como flat spot. Estas imperfecciones, que surgen en la banda de rodadura desequilibran la rueda y provocan que vibre la dirección.

Para evitar esta situación, siempre que sea posible, el vehículo debe moverse del sitio, aunque sea ligeramente.

Aun cuando un vehículo está parado, se debe prestar atención a la presión de los neumáticos. Para mantenerlos siempre en el mejor estado, se deben inflar regularmente, utilizando como medida la presión recomendada por el fabricante.

Para llevar a cabo estas comprobaciones y ajustarlas en consecuencia, se debe usar un medidor de presión. Al verificar y ajustar sus presiones, también se debe asegurar que el neumático no tenga deformaciones, grietas u objetos alojados en la banda de rodadura.

Foto:Autocosmos